La necesidad diaria recomendada en condiciones normales es de un 20 o 25% en niños, y un 11 o 15% en un adultos sanos.

 

Las proteínas están compuestas por moléculas de gran tamaño que desempeñan un mayor número de funciones en las células  de nuestro organismo y constituyen la formación de la estructura básica de músculos, tendones, piel, uñas, etc. Y por tanto, las encargadas de las funciones reguladoras de nuestro metabolismo como la asimilación de nutrientes, el trasporte de oxígeno y de la grasa en la sangre, parar la actividad de la materia tóxica o peligrosa que pueda circular por nuestro organismo, etc. Son también las encargadas de defender  la estructura de nuestro código genético e inmunitario.

¿Cuáles son las necesidades diarias de proteínas?

La cantidad de proteínas que un ser humano sano necesita diariamente, depende de algunos factores como la edad, teniendo en cuenta que en edad de crecimiento se necesita el doble o, quizás  en algunos casos, más que en un  adulto. También depende del estado de nuestro intestino, de nuestros riñones, y del alto valor biológico de las proteínas consumidas, si no lo son esa necesidad es aún mayor.

La necesidad diaria recomendada en condiciones normales es de un 20 o 25% en niños, y un 11 o 15% en un adultos sanos. También hay que tener en cuenta si se vive en grandes ciudades, con lo que conlleva un nivel de estrés más grande o en un sitio rural donde se está en un estado más apacible y tranquilo y libre de ese estrés.

Sí tenemos que tener en cuenta que una cantidad de proteínas excesiva puede afectar gravemente a nuestra salud. Las cantidades de proteínas que el organismo no necesita porque se ha consumido más que la necesita para el crecimiento o para un recambio proteico, se quema en las células para producir energía. Aunque tienen mas o menos el mismo rendimiento energético que los hidrato de carbono, su combustión  es mucho más compleja y deja residuos tóxicos en el organismo como el amoníaco, y aunque nuestro organismo dispone de un eficiente sistema de eliminación, se puede producir  la destrucción de nuestros tejidos, enfermedades graves y envejecimiento prematuro. Su consumo se debe hacer siempre justo para cubrir nuestras necesidades diarias.

¿Las proteínas deben ser de origen vegetal o animal?

Teniendo en cuenta que  solo asimilamos los aminoácidos de las proteínas, el organismo no distingue si esto provienen de vegetal o animal.

Aunque las proteínas de origen animal son las que en principio contienen más cantidad de aminoácidos y en general su valor biológico puede ser mucho mayor, en contrapartida con las vegetales, las animales son más difíciles de digerir, y co las vegetales combinadas adecuadamente se puede conseguir un conjunto de aminoácidos más equilibrado. Cuando tomamos proteínas de origen animal  y pescados, también  ingerimos todos los desechos que éstos no  pudieron digerir, aunque se puede evitar en parte si se consumen de origen ecológico y sus derivados como huevos, lácteos y sus derivados, y en preferencia aves y pescados que carnes rojas.

Una fuente muy importante en proteínas vegetales pueden ser las procedentes de una combinación adecuada de legumbres con cereales, o lácteos con cereales, frutos secos, soja (siempre procedentes de agricultura ecológica). Se puede conseguir una combinación de aminoácidos equilibrada si, por ejemplo, combinamos  lentejas o garbanzos con arroz.  Las proteínas del arroz integral contienen todos los aminoácidos esenciales pero son muy bajos en lisina, pero las lentejas y los garbanzos son muy ricos en lisina, así la calidad proteíca es mayor que la de origen animal y mucho más sana.

Las proteínas animales suelen ir acompañadas de muchas grasas mayormente saturadas y tóxicos que el animal no metaboliza y muy perjudiciales para nuestra salud y con el peligro de padecer enfermedades cardiovasculares, toxicidad en el organismo, ácido úricogota, PH muy ácido, etc.

En general, se suele aconsejar que una tercera parte de las proteínas sea de origen animal, pero esto no es necesario si se quiere seguir una dieta vegetariana u ovoláctea-vegetariana, pues se puede estar bien nutrido perfectamente con las proteínas vegetales si se hace una correcta combinación. Con las proteínas vegetales, los  problemas de estas dietas más bien es la carencia de vitaminas como la B 12, o de algunos minerales como la falta de hierro.

A pesar de la versatilidad de las proteínas, los seres humanos no estamos preparados para para una dieta exclusivamente de proteínas. Se ha demostrado que estas dietas pueden causar, entre otros problemas, graves daños neurológicos además de todos los problemas ya mencionados anteriormente.

Nuestra alimentación siempre debe de ser equilibrada, variada, con productos frescos como verduras, frutas, proteínas de origen animal o vegetal y de preferencia ecológica, y siempre en cantidades moderadas. De esto depende mucho que tengamos una buena salud y calidad de vida, recordemos que no existen las dietas milagro y una dieta proteíca en exceso va a perjudicar gravemente nuestra salud y acortar nuestra vida.

por M Carmen Hernandez

Kinesióloga- Naturópata Profesional-

fuente – salud y belleza natural – biomanantial 

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