Cada vez más, los niños que recuerdan cosas o experiencias que podrían referirse a su vida pasada. Dan detalles, se emocionan y hacen realmente dudar a sus padres actuales si lo que dicen será cierto o no.

 

El objetivo de las publicaciones anteriores es llegar a entender que, tenemos un plan de nuestra alma diseñado por nosotros. Hemos revisado antes, el tema de la Reencarnación, el cual hemos visto que, es real para algunos y para otros no. Después hemos revisado algunos otros acontecimientos que parecen confirmar que la reencarnación existe.   Veamos un último hecho que también parece confirmarla.

 

Cada vez se escuchan más casos de niños que dicen haber vivido cosas previamente y en muchas situaciones se refieren a actividades como adultos. Al principio se les toma como cosas sin sentido, pero llega un momento en que sus padres empiezan a preguntarse por qué les pasa eso.

 

Investigadores famosos de universidades importantes, se han dedicado al estudio de testimonios de niños que parecieran haber vivido una vida anterior a la que viven actualmente. Tal como, Ian Stevenson, de la Universidad de Virginia, quien estudió más 3000 casos en 40 años y Jim Tucker después de él, que sigue estudiando otros cientos de ellos. Estos investigadores han escuchado historias de niños que hablan sobre una vida anterior. Han investigado y han encontrado que muchos de ellos ofrecen información que puede comprobarse, ya que su historia coincide con vidas que han existido donde ellos indican y como ellos lo indican. Existen varios libros que estos investigadores han escrito y en donde se documentan tales situaciones.

 

Veamos una parte de una descripción de Jim Tucker, sobre el caso de Sam Taylor que nació 18 meses después que su abuelo murió:   “Cuando él tenía 1 1/2 años, el vio a su padre que le estaba cambiando el pañal y le dijo, ‘Cuando yo tenía tú edad, yo te cambiaba los pañales’. El empezó a hablar más de cómo él había sido su abuelo. Eventualmente, dio detalles de su vida como su abuelo, que sus padres sabían que no podía haber aprendido como bebé, tal como el hecho que la hermana del abuelo había sido asesinada o que su abuela había usado un procesador de alimentos para hacer malteadas para su abuelo, cada día hasta el final de su vida”.

 

De acuerdo con el Dr. Tucker, las descripciones que hacen los niños de los eventos y experiencias de sus vidas pasadas, son normalmente extensivas y marcadamente detalladas. La edad donde los niños reportados empiezan a recordar sus vidas pasadas es alrededor de los 35 meses y comienzan a olvidarlas hacia los 6 o 7 años, que es cuando empiezan a ir a la escuela y comienzan a tener más experiencias de su vida actual. Tucker apunta que estos niños muestran fuerte involucramiento emocional cuando ellos hablan de sus experiencias. Algunos lloran o ruegan a sus padres que los lleven con los que ellos dicen eran su familia anterior.

 

Además de los recuerdos detallados que algunos niños comentan, hay otros hechos que podrían indicar que las vivencias de algunos niños vienen de experiencias inexplicables, probablemente de alguna vida pasada. Algunos de estos pueden ser:  a) Miedos nocturnos o sueños recurrentes. b) Habilidades o talentos inexplicables. c) Conocimientos de hechos históricos. d) Juegos donde ellos repetidamente toman un personaje. e) Afinidad para ciertos períodos de tiempo o lugares o eventos históricos. f) Miedos o fobias por razones no explicables por sus experiencias como niños. g) Sentimiento de estar fuera de lugar o de no pertenencia. h) Marcas de nacimiento. i) Gran atracción a fotos u objetos de otro tiempo.   Todos estos hechos nos hacen pensar, ¿de dónde sacó esto este niño?

 

Es interesante notar que en los últimos meses se han reportado varios casos de niños que recuerdan haber muerto en el atentado de las torres gemelas de Nueva York, el día llamado nine-eleven 911. Dos niños recuerdan haber sido bomberos y platican con detalle sobre el camión que usaban y los compañeros que tenían. Otros niños recuerdan haber estado en los edificios al momento del atentado y haber muerto ahí. Describen con detalle su experiencia y dan datos de sus familias, amigos, qué hacían en el edificio, etc.

 

Las investigaciones hacen pensar que en los casos de muerte violenta o sorpresiva es más rápido el tiempo en que esa alma reencarna, tal es el caso de los niños que recuerdan sus vidas pasadas porque muchos de ellos (70%) tuvieron ese tipo de muerte y también el hecho que haya varios niños que recuerdan haber vivido la experiencia de 911, parece confirmar esta situación.

 

Lo que he querido compartir con ustedes en las 2 últimas publicaciones son 2 hechos innegables que parecen confirmar que la reencarnación existe.  Como he dicho ya, no hay forma de probarlo, pero la información que tenemos tampoco nos permite simplemente negar este hecho.   En la siguiente publicación, entraremos de lleno al tema de las regresiones a vidas pasadas. Como verán es otra forma que nos permite experimentar y recordar experiencias de vidas anteriores. Es un método válido y muy estudiado, a través del cual podemos saber qué hemos hecho en otras vidas y aprender de esas experiencias para mejorar nuestra vida actual. Más adelante, explicaré cómo con esas regresiones podemos también recordar cuál es el propósito que nos determinamos como almas para nuestra vida actual.

 

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