Capítulo 1
Como muchos de ustedes ya saben, los viajes son una de las grandes pasiones que tengo en mi vida. Probar nuevos sabores, disfrutar nuevos paisajes, conocer gente maravillosa y explorar nuevos lugares me llenan no sólo mis sentidos, sino el alma y el corazón.
Machu Picchu era uno de los lugares que ocupaba mi lista de destinos mágicos por visitar, así que aprovechando las vacaciones de diciembre y la oportunidad de celebrar por adelantado el cumpleaños número 18 de mi hijo, me puse a la tarea de organizar desde octubre, nuestro viaje a Perú.
Normalmente, Andrés mi hijo participa activamente en el diseño y planeación de nuestros viajes, ya que disfruta viajar tanto como yo pero, en esta ocasión, el quinto semestre de su programa de International Baccalaureate lo absorbió de tal forma, que me quedé prácticamente 100% a cargo de la planeación de esta aventura, junto con la muy atinada asesoría y apoyo de mi amiga Vivi, quien es una experta consultora en viajes alrededor del mundo.
Aprovechando el hecho de que visitaríamos Machu Picchu, diseñé el viaje de tal forma que pudiéramos aprovechar nuestra visita para conocer Lima, visitar el lago navegable más alto del mundo, el Lago Titicaca hospedándonos en la ciudad de Puno y finalmente, visitaríamos Cusco y Machu Picchu para regresar a Lima y de ahí a la Ciudad de México. Planeamos un viaje de 10 días para recorrer estos lugares y regresar con “un taste” de Peru.
Día 1 Volando de Ciudad de México a Lima
Y llegó el gran día.
Con maletas listas y espíritu aventurero a todo lo que da, nos fuimos al aeropuerto con 4 horas de anticipación para estar tranquilos en la sala de espera y no arriesgarnos a quedar atorados en un tráfico insufrible de viernes.
Precisamente nuestra primera sorpresa fue el no haber enfrentado el esperado tráfico. Días antes había yo llevado a mis padres al aeropuerto y casi habían perdido el vuelo porque hicimos dos horas y media en lugar de una hora, que es lo que normalmente tardamos al aeropuerto desde nuestros rumbos….
Llegamos al mostrador de Latam y no había fila, lo cual nos encantó, además de que nos dijeron que podíamos documentar hasta dos maletas de 23 kg cada una por persona.
Nosotros por supuesto llevábamos una maleta mediana cada uno con 15 kg más o menos, pero me encantó saber que podría yo hacer algunas compras sin preocuparme por el peso del equipaje ni por el costo de una maleta extra.
Estuvimos en la sala de American Express muy a gusto por algunas horas. Cada quien entretenido. Andrés en su computadora y yo mandando whatsapps, contestando mails, checando mi Facebook y agradeciendo a mis radioescuchas el haberme acompañado a lo largo del semestre en mi programa de radio En Movimiento, que transmitimos en vivo desde el Tecnológico de Monterrey campus Santa Fe todos los jueves a las 11 am por internet en www.iradiatec.com.
El tiempo nos voló y cuando menos sentimos, nos llegó la hora de ir a la sala asignada y abordar el avión.
Llegamos a la sala prácticamente a la hora de que la gente ya estaba subiendo al avión.
Nos tocaron excelentes lugares, en la fila para dos del lado izquierdo del avión. Nos sentamos, abrochamos nuestros cinturones y nos preparamos para despegar.
El vuelo iba lleno, lo cual me sorprendió enormemente, pues aún no estábamos en temporada alta.
Salimos a tiempo, alrededor de las 3 de la tarde y el vuelo fue excelente y sin contratiempos.
Llegamos a Lima cerca de las 10 de la noche.
Me sorprendió la cantidad de gente que había en el aeropuerto, tanto en tránsito para tomar otros vuelos a diferentes destinos de Sudamérica, como la cantidad de personas recibiendo a familiares y amigos que llegaban de viaje.
Parecía una romería. Realmente sorprendente.
Recogimos nuestras maletas y afortunadamente las casas de cambio estaban abiertas a esa hora. Cambiamos dinero y rentamos un chip para el teléfono de Andrés que nos permitiría tener internet en todo Peru durante todo el viaje.
Después de pasar aduana, encontramos varios mostradores de “Taxi Seguro”, quienes promovían a viva voz sus servicios. Nos acercamos a uno de los stands e inmediatamente nos asignaron un taxi para llevarnos a nuestro hotel, el cual se encontraba localizado en la zona de San Isidro.
Salimos del aeropuerto con maletas en mano y nos subimos al taxi. Percibí inmediatamente un olor a sal y a mar y mucho movimiento afuera del aeropuerto.
El trayecto del aeropuerto al hotel nos tomó como una hora. Nuestro taxista iba tomando atajos por la cantidad de tráfico que había. Me sorprendió muchísimo el tráfico en Lima. No me lo imaginaba. También me sorprendió lo aventado de los conductores y que no dejan de tocar el claxon.
Finalmente llegamos al hotel cerca de la media noche. Ya nos esperaban en recepción y después de los trámites de registro, nos asignaron nuestra habitación, nos indicaron en dónde estaba el restaurante para desayunar y nos llevaron las maletas al cuarto.
Después de un rico baño, me puse la pijama y caí muerta.
Mi hijo se quedó leyendo un rato y después se durmió.
Despertamos renovados a la mañana siguiente.
Abrí la cortina de la habitación y el día estaba esplendoroso. Era sábado y ahora si, vería a Lima por primera vez de día.
Después de un regaderazo renovador, bajamos a desayunar. Empezamos con un rico jugo natural. Yo de mango y Andrés de naranja. Continuamos con un plato de frutas muy variado y después yo probé unos ricos tamales que encontré en el buffet y unas rebanadas de camote en dulce. Todo rico.
En el desayuno acordamos Andrés y yo iniciar nuestra visita por Lima en la zona de Miraflores.
Yo quería iniciar nuestra visita en el centro histórico pero Andrés me convenció de que eso era lo que hacía todo el mundo y que se le antojaba muchísimo iniciar nuestro día en el Parque del Amor que tiene unas vistas extraordinarias del oceáno pacifico. La verdad no tardó mucho en convencerme porque sabe que amo los parques y el mar, así que decidimos empezar por aquí.
Nos subimos al cuarto después de desayunar a lavarnos los dientes y pedimos un uber que nos llevaría al Parque del Amor.
…..Continuará.
- México
Gracias Amparo y Cristi por acompañarme en este nuevo recorrido por Peru. Es un placer enorme para mi compartirles desde el alma, cada bello lugar que tengo la oportunidad de visitar! ❤️❤️❤️
Al igual que Amparo estoy a la expectativa para el siguiente capítulo! Te leo la semana que viene! Gracias por compartir tus experiencias!
Carito, ya me atrapaste. Espero la continuación para que me presentes a Lima :) :)