YO… ¡Vivo en el pasado! ¿Cómo escapar de él?
Ella me contó que tenía una casa enorme y que él la cuidaba. Decía que él la amaba y tenían el ritual de caminar con las manos tomadas todos los días por orilla de la playa. Con lágrimas en los ojos y con una voz pausada, ella me contó que él tenía el hábito de besarla en la frente todos los días cuando iba de salida para el trabajo y también, cuando regresaba a la casa. En 18 meses, nunca se durmieron sin antes rezar juntos tomados de las manos.