La mayoría de seres humanos en algún momento de nuestra vida nos preguntamos… ¿Cuál es mi propósito? ¿Cuál es mi misión en el mundo? Vivir con un propósito da sentido a nuestras vidas.

 

Hace mucho tiempo, cuando vivíamos en las cavernas nuestro propósito nos era dado, ya nacíamos con una misión; cazadores, recolectores, exploradores, pescadores, etc. Con el tiempo esa misión se fue especializando y pasaba de generación en generación; zapatero, carpintero, sastre, etc. Ahora entramos en una crisis al tratar de escoger un camino y una profesión por el resto de nuestras vidas y a mitad del camino, darnos cuenta que necesitamos cambiar, que nos hemos dedicado a algo por mucho tiempo y que nos gustaría explorar y tener otras posibilidades.

El propósito en la vida no es solamente nuestra carrera. Va mucho más allá. Más allá de una profesión o un pasatiempo. Es más bien nuestra pasión. Aquello que cuando lo hacemos no existe espacio ni tiempo. El mundo se detiene, como cuando estamos enamorados. Y esta pasión al mismo tiempo que nos hace feliz y nos llena, nos ayuda a servir y hacer felices a otros. Ese es nuestro propósito en la vida; hacer lo que nos haga feliz y al mismo tiempo ayudar a los demás.

Nuestro propósito no es uno solo, son varios, y cambian con el momento de la vida que estemos viviendo. Según la filosofía Veda (una antigua tradición de sabios ubicada en el Valle del Indo), venimos a este mundo a expandir nuestra felicidad y siempre tenemos que elegir ese camino frente a todos los otros.

En este mundo en constante evolución, nosotros también evolucionamos. De generación en generación transmitimos y recibimos conocimiento y tratamos de ser mejores que nuestros padres y que nuestros hijos sean mejores que nosotros. Y partimos de ahí, del conocimiento, hábitos, creencias y hasta emociones que nos heredan nuestros padres. Esa misma información tratamos de mejorarla y pasarla a nuestros hijos. En nuestra búsqueda del propósito es importante conocer la historia familiar y cuales fueron las formas de ver la vida y los propósitos de nuestros ancestros. Buscando en la familia las razones de las creencias, hábitos y sabiduría podemos empezar a guiar nuestro camino hacia el propósito en nuestra vida.

Cada uno de nosotros somos únicos e irrepetibles, manifestamos una forma física determinada para cumplir nuestro propósito en la vida, conectarnos con la sabiduría interna y experimentar  felicidad.

La Ley del Dharma o Propósito en la Vida (Las 7 Leyes Espirituales del Exito del Dr Deepak Chopra)  nos dice que es necesario dar tres pasos para alinearnos con el espíritu y cumplir nuestro propósito. 

  • Tomar la decisión de buscar nuestra conexión con el mundo espiritual que va más allá de lo físico.
  • Encontrar nuestros dones o talentos únicos.  En los que nos sentimos felices, llenos de energía y el tiempo no existe mientras estamos enfocados en ello.
  • Preguntarnos: ¿Cómo puedo ayudar? ¿Cómo puedo servir? ¿Cómo mis talentos podrían servir a las personas de mi alrededor y a la humanidad en general? Hacernos las preguntas y estar pendientes de las respuestas que generalmente vienen de otras personas o de sucesos que pasan en nuestras vidas y guían nuestro camino.

Tal como lo dijo un antiguo sabio Veda “Yo soy el poder inmensurable de todo lo que fue, lo que será  y mis deseos son como semillas dejadas en la tierra: esperan a la estación adecuada y espontáneamente se manifiestan en hermosas flores y grandes árboles, en jardines encantados y bosque mágicos”. *

*http://www.chopra.com/ccl/finding-your-lifes-purpose

Recomendaciones

Para descubrir un poco más sobre tu propósito en la vida y guiarte a encontrar tu camino hemos creado el curso “Descubre tu Propósito en la Vida” para más información presiona aquí.

País:Argentina