CONMEMORACIÓN
La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 18 de diciembre del 2007 que el 2 de abril se designaría como el Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo. Con esta fecha se busca crear una conciencia social sobre el trastorno del autismo y la necesidad de mejorar las condiciones de vida de quienes la padecen.
Este año el tema para esta conmemoración es "El autismo y la Agenda 2030: inclusión y neurodiversidad", para saber más sobre este contenido haz click aquí.
¿QUÉ ES EL AUTISMO?
El autismo se conoce como un conjunto de trastornos en el desarrollo neurológico que se caracterizan por su complejidad ya que alteran casi siempre de manera permanente la interacción social y la comunicación verbal y no verbal, creando patrones de conducta repetitivos, restringidos y obsesivos.
Esta situación forma parte de un grupo de alteraciones neurológicas conocidas como trastornos del espectro autista o ASD (por sus siglas en inglés) dentro de los trastornos generalizados del desarrollo. Estas afecciones neuropsiquiátricas presentan numerosas manifestaciones clínicas y causas orgánicas que condicionan en distinto grado, forma e intensidad a cada paciente.
Cada vez se hace más y más frecuente este estado. Hoy en día se diagnostican con autismo a 1 de cada 68 infantes donde 42 son de género masculino, estadística que convierte a esta condición más común que el SIDA, el cáncer y la diabetes pediátricos juntos.
CAUSAS
Las causas del autismo son en su generalidad desconocidas, sin embargo, se sospecha que en su mayoría son consecuencia de los siguientes agentes:
Genéticos: se ha demostrado que existe cierta relación entre la carga genética del individuo. Cuando una familia tiene antecedentes de autismo, hay un 5% de que otro miembro inmediato lo padezca.
Neurológicos: en pacientes con este trastorno se han encontrado alteraciones neurológicas sobre todo en las áreas del cerebro que coordinan la conducta y el aprendizaje.
Bioquímicos: se ha encontrado que existen cambios en los niveles de neurotransmisores como la serotonina o el triptófano en personas autistas.
Infecciosos y ambientales: hay ciertas infecciones que si son padecidas durante el embarazo pueden causar malformaciones y modificaciones en el desarrollo neuronal del feto, a su vez la exposición a algunas sustancias pueden tener efectos nocivos y en consecuencia luego de su nacimiento el bebé puede presentar trastornos del espectro autista.
SÍNTOMAS
Si bien no existen síntomas específicos de este estado, lo que dificulta su diagnóstico, se pueden apreciar varias características que se pueden tomar en cuenta para descubrir su padecimiento. Los síntomas pueden variar no sólo de una persona a otra sino en un mismo paciente con el paso del tiempo. Entre los síntomas encontramos:
Interacción social deficiente: cuando un niño se muestra indiferente a aquello que lo rodea pero al mismo tiempo el enfoque de su atención se centra en un objeto o una persona concreta por un periodo largo de tiempo, aislándose de lo demás, se podría sospechar de autismo. Otro rasgo es la evasión del contacto visual con otras personas o si el infante no suele identificarse ni responder a la verbalización de su nombre.
No poseen empatía: suele suceder que las personas autistas no logran interpretar las situaciones emocionales de las personas de su entorno ya que no logran entender las normas sociales ni los patrones de conducta.
Problemas para expresarse: la mayoría de los pacientes no logran comunicarse debido a que no aprenden a expresarse a través de un lenguaje no verbal o verbal y si llegan a manejar este último es difícil interpretar su contenido ya que tienden a repetir palabras o frases y a ignorar a su interlocutor.
Movimientos repetitivos y estereotipados: quienes sufren de autismo tiene también dificultades para lidiar con los cambios en su entorno o rutina, éstos les causan temor y ansiedad y los llevan a realizar movimientos como mecerse, dar vueltas compulsivamente o incluso morderse o golpearse.
Incapacidad de reconocerse a sí mismos: el hecho de no responder verbalización de su nombre se debe a que los pacientes no se registran a ellos mismos y puede que se refieran a ellos en tercera persona en vez de decir “yo” o “mí”.
Otros síntomas: la ansiedad, los trastornos del sueño, crisis violentas, alteraciones gastrointestinales, entre otras son otras sintomatologías relacionadas al autismo.
DIAGNÓSTICO
Si bien es a la edad de 3 años en que se pueden comenzar a diagnosticar formalmente los trastornos del espectro autista, existen investigaciones que sugieren que esto se podría hacer a partir de los 6 meses.
En la mayoría de los casos son los padres o familiares quienes se percatan de los comportamientos inusuales que presentan sus hijos y la falta de su desarrollo es por ello que la recomendación es que si el padre siente que hay algo mal con el desarrollo de su hijo deben recurrir al pediatra para una evaluación.
En caso de que tu hijo sea diagnosticado con autismo, es importante una temprana intervención para que pueda beneficiarse de las terapias. Es cierto que actualmente no existe cura ni tratamientos totalmente eficaces para este trastorno pero existen programas enfocados en el desarrollo de las habilidades de socialización, comunicación y las cognoscitivas.
ORGANIZACIONES
Existen ciertas organizaciones que apoyan a los padres a familiares de niños con esta condición, como lo son:
-
Páginas consultadas:
- Venezuela
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