La ansiedad, es un estado mental que se caracteriza por una extrema inseguridad, una gran inquietud o una intensa agitación. En situaciones normales, le permite al individuo estar más alerta y cuidadoso ante situaciones de tensión y peligro. Superadas estas situaciones, el organismo vuelve a su estado normal.
La persona ansiosa, se encuentra en un estado de alerta permanente, con una sensación de que algo negativo ocurrirá. Muchas veces el individuo reconoce esta sobreagitación, pero no es capaz de controlarla. La persona puede padecer síntomas como lo son; dolor en el pecho, falta de aire y pesadillas constantes.
¿Qué debemos hacer para combatir la ansiedad?
Dicen que para salir airoso en una batalla, debes conocer bien a tu enemigo. Pues bien, el primer paso para combatir la ansiedad es, identificarla. Es decir, determinar qué tipo de ansiedad se está padeciendo, para así poder establecer la estrategia necesaria para eliminarla.
Existen dos tipos de ansiedad:
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Aquella que ha acompañado a la persona a lo largo de toda su vida (prácticamente desde su infancia o una edad muy temprana). Por lo que ésta, suele tener un temperamento agitado, o de alerta constante, lo que hace que reaccione inmediatamente ante diversas situaciones. Este tipo de ansiedad se conoce como la Ansiedad Rasgo.
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Luego, tenemos la Ansiedad Estado, que es desencadenada por algún evento en específico. Es decir, es una ansiedad puntual. Y surge cuando la persona sometida a una situación diferente, no cuenta con los recursos psicológicos necesarios para enfrentarla.
Podrá darse el caso, en el que la persona enfrente los dos tipos de ansiedad. Una persona, normalmente ansiosa, notará que su nivel de ansiedad se eleva, al ser enfrentada ante determinadas situaciones de su entorno, que son imprevistas o que no puede controlar. Asimismo, una persona que no ha padecido de ansiedad, puede que en algún momento de su existencia comience a padecerla, debido a que está atravesando por una situación que no conoce, lo que le impide retomar el control emocional de su vida.
Para todas esas personas que padecen de algún tipo de ansiedad, existe una buena noticia. Y es que con las herramientas y estrategias adecuadas, podrán combatir la ansiedad de manera natural.
Para poder combatir la ansiedad de manera natural, deberás seguir los siguientes consejos:
1.- Aplica la regla de los 2 minutos: Cuando tenemos muchas actividades pendientes y rondando nuestra cabeza, nuestro estado de alarma se enciende y se dispara la ansiedad. Muchas de estas tareas, no son las que agotan y desgastan, sino el constante recordatorio mental de que están pendientes y debemos terminarlas.
Para solucionar este problema, aplica la regla de los 2 minutos. En la práctica, si llegase a surgir una tarea y ésta no requiere más de 2 minutos para resolverla, entonces hazla inmediatamente. Dejarla para después, provocará un desgaste mental innecesario.
Si por el contrario, la tarea demanda más tiempo y no cuentas con él, pregúntate si ésta es importante. Dependiendo de tu respuesta, le buscarás un lugar o no, en tu agenda.
2.- Organiza las tareas que debes realizar a lo largo del día: Esto te permitirá organizar tu tiempo y hará que te conviertas en un ser más productivo.
Por lo general, las personas ansiosas, viven su vida a toda velocidad, e intentan desempeñar múltiples funciones a la vez. Muchas veces todo desemboca en un caos total o en un estrés excesivo. Para cortar con este comportamiento negativo, haz una pausa, respira y organízate. Otórgale prioridad a los asuntos importantes. Te darás cuenta que te volverás una persona más efectiva.
3.- Por muy ocupado que puedas estar, siempre deberá existir una hora para ti y para que hagas lo que te dé la gana. Cambia la regla social del premiar, el “hacer por el ser” y pónle el freno a tu vida. El hecho de que dediques un espacio del día a hacer lo que te gusta, no quiere decir que eres un irresponsable u holgazán.
Desconectar y estar contigo mismo, es tan importante como ser proactivo.
4.- Enfócate en el presente: Muchas personas suelen vivir pensado en lo que sucedió o en lo que está por suceder y esto es un detonante del estado ansioso. Ninguna de esas opciones existe. Lo único concreto que tenemos es el aquí y el ahora. Aprende a centrarte en el presente.
Seguramente, tendrás dificultad para manejar las preocupaciones. Así que una forma eficaz de controlarlas es establecer un “Período de las Preocupaciones”. Esto consiste en posponer esos pensamientos hasta que lleguen los 30 minutos del día destinados para ello. Una vez que lleguen esos 30 minutos, te darás permiso para preocuparte cuanto desees, pero una vez que hayan finalizado, si eres asaltado por esos pensamientos, deberás postergarlos para la próxima sesión.
5.- Pónle freno a tus pensamientos desbocados: El peor enemigo de una persona ansiosa es su mente. La ansiedad crece a partir de los pensamientos poco realistas que la persona va desarrollando. Por eso es importante, detectar ese tipo de pensamientos y descartarlos.
Es fundamental que cuestiones esos pensamientos catastróficos cuando surgen. Pregúntate si es real la preocupación, ¿Cuáles son las probabilidades de que se hagan realidad esos pensamientos?¿Cuál es el peor escenario? y ¿Cómo podrías solucionarlo?
6.- Vuélvete un observador imparcial: Para poder recuperar el control de tu vida emocional, deberás hacerte consciente de que la ansiedad existe en tu vida, puesto que de esa forma, aceptándola, podrás combatirla. En muchas ocasiones, el estado de ansiedad se genera por situaciones que no han sucedido y que probablemente nunca sucedan. Así que, si negamos la emoción o sensación, por lo general, esta crecerá. Lo más inteligente entonces será, asumir que existe un problema y que hay que solucionarlo.
7.- Cambia la manera de pensar en los agentes que te estresan: Muchas veces la ansiedad se genera por una acumulación de pensamientos negativos procedentes de situaciones que no podemos controlar. Reestructura tus pensamientos de forma positiva y búscale el lado bueno a las situaciones que vives.
8.- Encuentra una manera adecuada de descargar tus emociones: No debes reprimirlas, pero tampoco debes permitirte desbocarte. Gritarle a alguien, golpear una pared o una almohada, al contrario de disminuir tu ira, podrá intensificar tus sentimientos negativos. Lo más recomendable será que busques actividades que logren calmarte y reducir tu estado ansioso.
9.- Aprende técnicas de respiración y relajación: Son muy eficaces en el tratamiento de la ansiedad, puesto que te ayudarán a establecer un estado en el que tus músculos perderán la tensión y te sentirás más ligero.
Puedes también, aplicar la visualización e imaginar que te encuentras en un lugar tranquilo, que te encanta y en el que te sientes muy cómodo. Imagina todos lo detalles y después, simplemente, déjate invadir por la sensación de placer y bienestar que estarás experimentando.
Cuida tu respiración, muchos no nos percatamos de ello, pero la respiración es un proceso en el que la mente obtiene una retroalimentación de nuestro estado. Así, cuando respiramos rápido y de forma superficial, el mensaje que está recibiendo el cerebro, es de que algo no está bien y que probablemente, nos encontremos en peligro. Esto, seguramente, disparará nuestro nivel de ansiedad. Por el contrario, si respiramos de forma pausada y profundamente, todas las funciones corporales, incluyendo los latidos del corazón, se ajustarán a un estado más relajado, haciendo que nuestro nivel de estrés se reduzca.
10.- Ríe mucho: Si te sientes mal o negativo, no te aisles. Busca distraerte en alguna de tus actividades favoritas o comparte con tus amigos. Esto te ayudará a enfocarte en otra cosa que no sean tus preocupaciones.
11.- No busques salidas rápidas a tu estado de ansiedad: A veces buscamos las salidas rápidas a nuestros problemas porque suponen un menor esfuerzo. El fumar, consumir bebidas alcohólicas, tomar tranquilizantes, serán soluciones momentáneas, que no resuelven para nada la situación. Al contrario, podrían estar creándote un problema aún mayor.
Soluciona de una forma sana y constante tu problema de ansiedad.
12.- El ejercicio físico es una de las mejores estrategias para combatir la ansiedad y el estrés. No requieres de mucho tiempo ni matarte en el gimnasio haciendo tus rutinas de ejercicios. Media hora todos los días, será suficiente. Procura que sean ejercicios intensos, para que de esta forma liberes las endorfinas necesarias, que te permitirán enfrentar mejor los embates del estrés.
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