Nosotros los seres humanos tendemos a establecer lazos y dependencias a las cosas, personas, situaciones etc. El exceso de apego, nos crea miedos a las pérdidas, y las dependencias nos limitan de una manera exagerada a la hora de seguir el camino.

 

Aprender a liberar nuestros miedos y dependencias es de gran importancia para ser libres y poder avanzar y evolucionar en nuestra vida personal.

 

¿Cómo aprender a ser responsable de nosotros mismos?

Tenemos que aprender a responsabilizarnos de nuestra vida, de nuestras acciones y de nuestros sentimientos.

Nosotros somos los únicos responsables de los resultados que obtengamos con nuestras acciones, pensamientos y decisiones, y si no hacemos nada por nosotros mismos, no podemos pretender que otros lo hagan por nosotros, derivando nuestras responsabilidades en ellos, creando apegos y dependencias.

Tenemos que aprender a tomar las riendas de nuestra  vida y no esperar a que otros vengan a animarnos, ayudarnos o a solucionar nuestros problemas. Cada cual tiene su propia vida y no podemos pretender que la abandone por solucionar la nuestra.

Nosotros somos los únicos que podemos motivarnos, aunque  también, a veces, es bueno pedir ayuda y apoyo; pero cabe la posibilidad de que no nos puedan apoyar o ayudar como nosotros queremos o pretendemos, pero eso no debe detenernos en nuestras metas y aspiraciones.

Debemos utilizar todos los recursos que tengamos a nuestra mano, y si no disponemos o no son suficientes, luchemos por crearlos. También podemos acudir a un profesional que nos oriente en la mejor forma de actuar y dirigir nuestra vida para que seamos independientes y libres.

 

Poner  límites en algunos casos es muy importante

Por otra parte, no debemos ceder a los chantajes emocionales. Ser nosotros los únicos responsables de los resultados, y no  permitir que otras personas abusen de nuestra buena voluntad. Muchas veces decimos sí, cuando realmente queremos decir no.

Una cosa que tenemos que aprender es a decir no educadamente, pero con firmeza, cuando realmente no queramos algo o no podamos hacer lo que nos piden. Esto evitará que nos llevemos decepciones y frustraciones que no llevan a nada.

Un ejemplo es cuando ayudas a alguien y esperas que esa persona responda en un momento determinado ayudándote igual que tu lo hiciste, pero no lo hace. No sirve de nada sentir frustración o decepción, porque lo único que conseguimos es perder el tiempo y las energías.

No debemos permitir que cualquier situación o persona nos haga perder los estribos o la estabilidad en nuestro día a día, como cuando nos tropezamos con alguien y nos mira de forma rara o de mala manera, o cuando vamos por la calle y nos tocan el claxon. Eso nos pone de mal humor o nos desestabiliza de alguna manera porque no es de nuestro gusto o no lo compartimos.

 

El apego a las cosas materiales y el miedo a perderlas nos puede limitar más de lo que creemos

Las cosas materiales tienen un valor pasajero, y aunque nos sirvan para disfrutar y nos guste tenerlas, no son necesarias para seguir adelante y continuar con nuestra vida.

Lo que sí siempre vamos a necesitar es nuestra mente, cuerpo en equilibrio y la tranquilidad para ser felices.

Tenerlas cosas materiales está bien, pero sin que nos llegue a obsesionar perderlas, éstas se pueden sustituir por otras y siempre se puede volver a empezar.

Mientras tengamos vida, tenemos múltiples posibilidades y oportunidades de poder vivir y ser felices, y las pérdidas de bienes y cosas hacen que veamos y valoremos las cosas y situaciones desde una perspectiva diferente que nos ayuda a crecer y evolucionar con otros valores mas positivos.

 

Es muy importante tomar decisiones desde la tranquilidad

Cuando estamos enfadadados, contrariados o nerviosos no es bueno  tomar  decisiones, debemos esperar a que se nos pase, porque en ese momento no podemos ser  imparciales con lo que vemos o sentimos; la ira, el miedo y el rencor son malos consejeros y no nos dejan ver la verdad y lo correcto.

Cuando se toman las decisiones desde la tranquilidad, las cosas cambian y todo tiende a salirnos mejor, nuestra vida es mucho mas armoniosa y equilibrada, esto nos ayuda a entrar en un estado de paz y armonía y a ser personas más felices.

Es bueno que cuando nos sentimos muy apegados y dependientes y nos cueste librarnos de todo esto, acudamos a un profesional que nos apoye en el camino a seguir.

En Kinesiología Holística buscamos las posibles causas emocionales y mentales de las dependencias y apegos, equilibramos, testamos y aplicamos la terapia más correcta en cada caso particular, utilizando las herramientas que disponemos, como tapin, esencias florales, auricoloterapia, homeopatía, terapias energéticas, afirmaciones etc. Esta es una terapia muy eficaz y de gran ayuda.

Fuente parcial consultada para este articulo- innatia.com.

https://carmencocinatural.wordpress.com

País:España