Para tener una piel sana y bella, debemos cuidar hasta el último detalle. La aseamos bien, hidratamos y nos maquillamos para lucir hermosas. Nos esmeramos en los dos primeros pasos, pero a veces, cometemos errores con el tercero que nos podrían pasar factura.
El uso del maquillaje es una actividad íntima. Es considerada personal, porque el maquilllaje está en contacto con zonas del rostro sensibles a transmitir enfermedades, tales como: Conjuntivitis, orzuelos y herpes oral, por darte algunos ejemplos.
¿Ya te lo estas pensando, verdad? ¡Pero si aún no estás convencida!, te enumeramos unas cuantas razones del por qué no debes prestar tu maquillaje:
a) Antes de pasarte por el rostro una esponja o brocha que no sea la tuya, piensa en los millones de bacterias que podrá tener si ésta ha sido usada por varias personas y no ha sido desinfectada correctamente. Estos artículos, por ser porosos, se convierten en el hogar ideal para bacterias y hongos. Al pasarlos por tu rostro, estas bacterias, estarían paseando por tus pómulos, ojos, mentón, etc, poniendo en peligro la salud de tu piel.
Por eso es importante, que laves las brochas y aplicadores con frecuencia, usando jabón para desinfectarlos de posibles agentes contaminantes. Y guardes estos artículos en lugares que no sean húmedos u oscuros.
Como no estás al tanto del proceso de limpieza a los que han sido sometidos los aplicadores o brochas de los demás, no los uses. Usa los tuyos, no los prestes.
b) Hablemos de los labiales: una consecuencia de prestarlo, sería el herpes oral. Ésta es una enfermedad infecciosa que puede contagiarse aunque no existan úlceras visibles y no tiene cura. La infección se mantendrá latente en los nervios.
c) Polvos, bases, rubor, sombras para los ojos: recuerda, que no todas las pieles reaccionan bien a cualquier tipo de maquillaje. Para evitar dermatitis o reacciones alérgicas a los mismos, evita usar los que no son tuyos y matente atenta a la fecha de vencimiento de cada producto, ya que a medida que caducan, los químicos se descomponen y pueden convertirse en agentes alérgicos para tu piel. Recuerda: el maquillaje dura meses, no años. Evita acumularlos en tu estuche de maquillaje.
d) Rímel o máscara para pestañas y delineador de ojos: Al usar estos productos, muchas bacterias pueden quedar en el aplicador y de allí, van al tubo. Éste será un ambiente ideal para que las mismas se reproduzcan libremente. Por eso, son estos productos, los que bajo ninguna circunstancia debes prestar. La conjuntivitis, que es la infección viral que afecta el ojo con mayor frecuencia, puede transmitirse con mayor facilidad, puesto que además es muy contagiosa. Muchas veces, en sus primeros momentos no muestra síntomas, por lo que aumenta el riesgo de contagio.
Aspectos a tener en cuenta:
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Si estuviste enferma con alguna enfermedad contagiosa como el herpes oral, orzuelo o conjuntivitis y usaste maquillaje, deséchalo. Existe una alta probabilidad de que esté contagiado y convertirá la infección en un hecho recurrente.
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Puedes compartir rubor y base, siempre y cuando cada quien tenga su propio aplicador.
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No introduzcas tus dedos en bases o cremas, porque éstos se contaminarán, convirtiéndose en caldo de cultivo para las bacterias. Usa siempre un aplicador.
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Los Lip Gloss, son los objetos de maquillaje que pueden contener más bacterias y de acuerdo a estudios recientes realizados, se demostró que la mitad de las personas que tienen herpes oral, es causado por el uso de este producto. Por lo tanto, jamás se te ocurra colocar directamente en tus labios los Lip Gloss de muestra que exhiben en las perfumerías o tiendas de maquillaje.
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Ten especial cuidado con el pomo de la base, tiende a acumularse producto, por lo que sería aconsejable lavarlo, por lo menos una vez a la semana.
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La aparición repentina de ácne o de orzuelos, pueden ser consecuencia de la practica de intercambio de maquillaje.
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Matén tus aplicadores de maquillaje debidamente limpios y vigila que los productos estén vigentes.
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Si tienes una cita para una sesión de maquillaje, exige que los aplicadores estén desinfectados y el cepillo de la máscara de pestañas, sea desechable.
Como ves, compartir cosméticos, puede convertirse en una práctica de intercambio de virus, gérmenes y bacterias. Claro que el potencial peligro de compartir productos de maquillaje no es tan grave, si compartes brochas y aplicadores que limpias con regularidad. Pero el panorama es diferente, cuando compartes labiales o productos para los ojos.
Fuente:
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Después de conocer estas razones:¿Seguirías prestando tu maquillaje? ¡Cuéntanos tu experiencia!
- Venezuela
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