En estos tiempos complicados económicamente, muchos eligen invertir sus ahorros en construcción. ¿Cómo empezar? Algunas claves a seguir.

 

Si se hace bien, invertir en bienes raíces puede aportarte grandes beneficios económicos, y lo bueno es que se puede hacer en diferentes niveles, ya sea un pequeño o mediano inversor, como uno grande. Lo principal es definir cuál va a ser el negocio en el que te vas a involucrar, entre tantas alternativas de inversión que hay. Algunos ejemplos: puedes comprar un departamento para alquilarlo, o comprar un terreno para construir, comprar un departamento en el pozo, o entrar directamente en el negocio de la construcción. Otra alternativa que requiere poco dinero de inversión es el llamado “apalancamiento”, o sea, invertir con deuda, comprar una propiedad sin poner todo el capital inicial. Si no tienes dinero para comprar un inmueble, puedes entrar en el negocio como comisionista, encontrando propiedades u oportunidades importantes para clientes particulares o corredores inmobiliarios, cobrando una comisión.

Es sabido que las épocas de crisis económicas son las mejores para comprar, ya que hacerlo cuando nadie más lo hace te permite acceder a mejores precios u ofertas. También es importante dónde se busca la información, ya que las mejores oportunidades por lo general no se promocionan en los clasificados del diario. El mejor lugar para buscar es en los bancos que embargaron a deudores, con propietarios que no saben el potencial de su inmueble, dueños con urgencia para vender, corredores de bienes raíces o administradoras de cartera. También se puede buscar el consejo de un asesor inmobiliario que maneje buena información.

Para sacarle todo el provecho a tu inversión es fundamental saber cuándo vender, por lo que se recomienda fijar un objetivo de precio al que se quiere llegar al momento de comprar el inmueble, y ahí venderlo. Siempre vende, porque los inmuebles se reciclan.

 

  • Ser inversor inmobiliario es posible, pero requiere tiempo, paciencia y planificación.

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