Es importante la eliminación del desorden y el intentar mantener la casa lo más ordenada y limpia posible, ya que además de poder disfrutar de un ambiente en donde reina la calma, podremos obtener otros beneficios como lo son: menos estrés, más paz, menos distracciones, mayor espacio para las cosas importantes, menos mantenimiento.
Mantener la casa ordenada y limpia puede volverse una tarea un tanto titánica, sobre todo si tienes hijos pequeños o te encuentras muy ocupada, ya que en lo que te descuidas, el desorden vuelve a reinar.
Esperamos el fin de semana para poder descansar, pero la realidad es que no siempre esto es posible, ya que la mayoría lo aprovecha para lidiar con las tareas domésticas, porque a lo largo de la semana nunca encontramos tiempo para hacerlo.
Una buena manera de reducir las horas que le dedicas a la limpieza de la casa, es organizar un horario de tareas semanales, como por ejemplo: limpieza de baños los lunes, limpiar la cocina los martes, miércoles aspirar y quitar el polvo, jueves lavar la ropa, viernes limpiar los vidrios. (Cada una de estas actividades no te llevará más de una hora cada día).
De esta forma, no se te acumulará todo para el fin de semana, lo que puede convertirse en una verdadera pesadilla y lograrás mantener la casa limpia, con un mínimo esfuerzo, a lo largo de la semana.
También podrás delegar tareas sobre los demás miembros de la familia, como lo son: sacar la basura, recoger los juguetes, doblar la ropa y toallas, lavar, secar y organizar los platos, entre muchas otras actividades, que son simples, rápidas y de fácil ejecución.
A continuación te dejamos 6 hábitos que podrás establecer en tu hogar y que te ayudarán a reducir la cantidad de tiempo que le dedicas a las tareas del hogar, tiempo que podrás dedicar a otras actividades de ocio, hobby o a practicar algún deporte que te guste.
1.- ¡Cama siempre ordenada!
Acostúmbrate a no salir de la casa sin antes haber ordenado tu cama, lo cual no te tomará ni cinco minutos de tu tiempo. Déjala aerear mientras te duchas o tomas el desayuno y te vistes y después, ¡manos a la obra!
Simplifica… tener docenas de cojines en la cama suele verse bonito, así como las mantas decorativas, pero te puedes llevar un montón de tiempo para acomodarlos. ¡Menos accesorios, más fácil de mantener el orden!
Haz que tus hijos hagan lo mismo, incluyendo a los más pequeños.
2.- ¡Si ensucias… Limpia!!
Si no quieres gastar tu tiempo en tareas domésticas interminables, lo ideal será hacerlo pero en pequeñas dosis. Esto significa que, si ensuciaste un plato, lávalo inmediatamente después. No dejes platos o vasos regados por la casa, usa la premisa: usar, lavar, secar, guardar. Así como también debes evitar que se acumulen los platos y ollas en el lavaplatos a la hora de cocinar.
Si tienes máquina de lavar platos, coloca los platos sucios en ella y lávalos cuando la misma se encuentre llena.
Por otro lado, barre diariamente, las zonas de mayor tránsito, o pasa la aspiradora. El mantenerlas impecables, sólo te llevará unos minutos. En el caso de que tengas niños, enséñales a hacerlo en sus zonas de juego.
3.- ¡Revisa la nevera semanalmente!
Cada semana, haz una revisión de tu nevera y descarta las cosas que se encuentren dañadas. Aprovecha el momento, para ver cuáles productos están por caducar y colócalos en las prioridades de uso. También será una buena ocasión para hacer una lista de los productos que debes reponer.
4.- Haz que tu baño sea doblemente eficiente!
Siempre ten a la mano el desinfectante y el limpiador, luego de terminar de darte una ducha, dále una pasada a la bañera o base de la ducha, especialmente en donde se encuentran los productos de higiene, de forma a remover posibles residuos para evitar que se sequen y se acumulen.
También podrás secar la ducha, lo que te garantizará una mayor durabilidad de la limpieza.
Dale una pasada con agua también, al lavamanos para eliminar cabellos y residuos de pasta dental. Si te formas el hábito de secarlo, cada vez que lo uses, te evitarás esas manchas que lo opacan con gran velocidad.
5.- Usaste la ropa? Guárdala!!
¿Eres de los que ve crecer a un lado de la habitación una torre de ropa usada?¿Sientes que se te sale de control? Sólo tienes que, al desvestirte, separar la ropa que deseas guardar y la que deseas lavar. De una vez, la ropa sucia la pones en la cesta destinada para ello y la que deseas volver a usar, la doblas y la guardas. Esto aplica también para los zapatos y abrigos.
Si lo prefieres, con relación a los zapatos y con la finalidad de no llevar la suciedad del exterior hacia el interior de tu casa, cambia tus zapatos apenas al pasar por la puerta.
6.- Ten un lugar para todo y sólo lo que necesites…
Si colocas cada cosa en su lugar, podrás mantener la casa organizada sin mucho esfuerzo. Para esto, deberás deshacerte de las cosas viejas, rotas y que ya no usas. Esto te liberará espacio que muy probablemente podrás necesitar después.
Hazte el hábito de revisar los closets periódicamente, para hacer una selección de las cosas que usas y de lo que no necesitas ya, o que simplemente no usas. Bota lo que ya no sirve, recicla si el caso lo permite y regala o vende en sites o en las tiendas que se dedican a vender cosas de segunda mano, lo restante.
Otros consejos que te podrán ser de utilidad para mantener tu casa siempre limpia y ordenada, son los siguientes:
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Mantén las superficies planas libres de objetos (mesas, escritorios, etc).
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Recoge antes de ir a dormir y antes de salir de casa.
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Ten una bandeja de entrada en la cual puedas colocar todos los papeles, para luego botar aquellos que no necesitas.
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Elimina todos los objetos decorativos que puedas.
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Utiliza la regla “uno entra, dos salen”. De esta forma, si entra algo nuevo en casa, deberán salir dos cosas, esto con la finalidad de no acumular objetos sin necesidad.
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Asigna un día de la semana para quitar el polvo y cuando lo hagas, que sea con un paño húmedo. Esto evitará que las partículas queden suspendidas en el aire o se desplacen hacia otro lugar de la casa.
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Limpia los vidrios y ventanas con una solución preparada con partes iguales de agua y vinagre. Luego, podrás secar con un paño seco o papel periódico. El vinagre es un desinfectante natural que te ayudará a mantener las superficies desinfectadas y limpias.
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No olvides limpiar los pomos de las puertas y los interruptores. Repásalos con un algodón impregnado de alcohol.
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Limpia el interior del horno con un paño humedecido con un poco de bicarbonato de sodio. Esto te ayudará a eliminar la suciedad superficial. Si está muy incrustada, limpialo estando éste un poco caliente.
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Plancha después de cada lavada. Así evitarás acumular mucha ropa, lo que probablemente te generará una buena dosis de estrés.
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¿Quieres que tu casa huela siempre a limpio? Diluye una tapa del suavizante que usas para tu ropa en una botella de agua y rocía la solución sobre las telas que necesites una vez a la semana (sábanas, cojines, cortinas, etc).
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La mejor manera de hacer que las labores del hogar se hagan menos pesadas, serán involucrando a todos los miembros de la familia en la rutina de limpieza. Así estarán más conscientes del trabajo que implica y te aliviarán notablemente, el trabajo diario que implica mantener una casa limpia y ordena.
Como ves, mantener tu casa siempre limpia y ordenada, no es tan difícil como pareciera, todo es cuestión de planificación, organización y colaboración. Adopta estos hábitos cuanto antes y disfruta de sus buenos resultados.
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