Muchos creen que es solo una salsa blanca, pero la verdad es que la Salsa Bechamel es inigualable. Es una de las salsas más sabrosas que podemos usar en la cocina. Aprende a prepararla a la perfección.

 

La salsa bechamel, no solo es la reina de la lasaña, también le queda muy bien a los canelones, en la preparación de las croquetas, o de las espinacas a la crema.

Prepararla es mucho más sencillo de lo que parece, si sigues nuestras instrucciones, siempre obtendrás una salsa con textura sedosa y además, sin un solo grumo.

Comencemos….

Ingredientes:

500 ml de leche

3 cucharadas de harina de trigo o maicena

3 cucharadas de mantequilla a temperatura ambiente.

Sal

Pimienta

Nuez moscada

Ralladura de medio limón

Preparación:

1.- Comienza calentando una olla, (a fuego lento) en la que añadirás la mantequilla para derretirla.

2.- Cuando la mantequilla se haya derretido, añade la harina y revuelve continuamente hasta que obtengas un roux, o una pasta homogénea.

3.- Revuelve constantemente, triturando la pasta para evitar grumos.

Si quieres una salsa más ligera, déjala cocinar durante 2 o 3 minutos, pero si deseas una salsa más dorada, aumenta el tiempo a 15 minutos.

4.- Después de tener listo el roux, o lo que es lo mismo la pasta homogénea, agrega un poco de leche (muy caliente), y después de dejar que se incorporen los ingredientes, repite el proceso, hasta que finalice la cantidad de leche indicada en la receta.

5.- Condimenta con sal, pimienta y nuez moscada al gusto y después, agrega la ralladura de medio limón. Mezcla todo muy bien y asegúrate de que la salsa bechamel tenga una textura aterciopelada.

Si quieres una bechamel más espesa, dedica más tiempo de cocción, deja que el líquido se vaya evaporando poco a poco, mientras la olla se llena de burbujas.

Tips muy útiles para una bechamel perfecta

  • Si salen grumos en la bechamel, y quedan a pesar de haber revuelto constantemente la salsa con unas varillas, recurre a la batidora. Después, retorna la salsa ya triturada a la olla y continúa con la elaboración de la misma.
  • Si quieres una bechamel más fina o espesa juega con la cantidad de leche y con el tiempo de cocción/evaporación.
  • Cuando empieces a mezclar la leche con el roux cambia la cuchara de madera por varillas.
  • Añade la leche poco a poco para que no haya cambios importantes de temperatura y se formen los grumos. No añadas más leche hasta que la anterior haya sido absorbida por la masa.
  • Siempre debes revolver la salsa, ya sea con movimientos circulares o en ocho.

Fuente:

Directo al Paladar