Las demandas contra profesionales se están incrementando y aumentando de esta manera los riesgos de ejercer, en algunos países llegaron a duplicarse en el término de un año, por ejemplo las dirigidas a los médicos.

 

No obstante, ellos no son los únicos, los arquitectos, ingenieros, escribanos o notarios, e inclusive los que trabajan en empresas, tienen su propia cuota de incertidumbre. ¿Qué está pasando y qué problemas se están dando?

Muchos profesionales están sufriendo el auge de las demandas judiciales en su contra. En algunos países eran recurrentes los juicios de mala praxis contra médicos pero otras profesiones también se están viendo sacudidas por esta tendencia. Inclusive una profesión tradicional como la del notario tiene sus peligros: títulos falsos, sustitución de personas, falsificaciones de firmas de documentos (Públicos o Privados) son solo algunos de ellos; también pueden cometer errores como la inscripción tardía, al que se le suman los delitos informáticos, gracias al avance de las nuevas tecnologías. Por estos motivos es que se han generado, por ejemplo en Argentina, los seguros de responsabilidad profesional, que están dirigidos a escribanos, pero también a ingenieros, arquitectos y otros profesionales.

Este tipo de seguros protege de cualquier daño o perjuicio producido por los actos y/u omisiones o inexactitud culposa por imprudencia o negligencia no intencional en el ejercicio de la profesión.  En el caso de los ingenieros y/o arquitectos, se manifestó la necesidad de contar con una cobertura para resguardar la Responsabilidad Civil en la construcción de obras de arquitectura y contar con un seguro que lo asista ante reclamos por mala praxis y/o acontecimientos por vicios ocultos y que es esencial para que los arquitectos y su familia preserven su patrimonio económico-profesional ante posibles acontecimientos.

En cuanto a los médicos, hay países, como EEUU y Ecuador, que penalizan la mala praxis médica (castigando hasta con cárcel a los profesionales que realicen una mala práctica que derive en la muerte del paciente), entre otras cosas.

Según los médicos, esta norma obliga a muchos de ellos, dependiendo de su especialidad, a pagar seguros para cubrirse ante posibles demandas.

Según la Federación Médica Ecuatoriana, por ejemplo, los seguros estarían cobrando de $200 a $300 por mes, pero luego de la reforma del Código Penal,  se teme que éstas primas se encarezcan por los gastos que acarrearía una demanda por mala praxis. No hay datos concretos, pero se estima que un seguro podría costar entre  $5.000 y $12.000 anuales para cubrir un monto de $500 mil por indemnización. En otros países los juicios de mala praxis contra los médicos tienen una larga historia y siguen en aumento.

  • Sin duda se trata de un tema que todo profesional debe conocer y tomar en cuenta para preservar el futuro de su familia dentro de sus posibilidades.

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