A esta altura hay muy pocos que se puedan dar el lujo de no formar parte de internet con un sitio web propio. No obstante nos encontramos día a día con sitios desorganizados, difíciles de navegar y en definitiva poco motivadores. No es extraño, pocos se dan cuenta de que el poder de un sitio no está solo en la estética, que también tiene su importancia, sino y muy especialmente en el contenido, la diagramación, la forma en que está pensado y planeado. Y si, el planeamiento requiere su tiempo pero paga con creces.
Hay claves del mundo offline que también se aplican al online. Quienes tienen experiencia en abrir nuevos locales saben el proceso que requiere, generalmente para armar un comercio que dé buenos resultados habrá que contratar un especialista que analice los espacios, las necesidades, piense qué muebles hacen falta, realice planos, analice la cartelería necesaria para motivar a la gente a ingresar y el armado de la vidriera entre otros temas.
Internet requiere un proceso similar, una estrategia, objetivos, un plano y finalmente contenidos y estética que estén en función de lograr esos objetivos. En esta ocasión me voy a centrar en tres aspectos decisivos para que el sitio web resulte un aliado en las ventas y la fidelización de los clientes:
Un home atrayente y sencillo: El home es la página de inicio del sitio web y si no es extremadamente sencillo, claro y atractivo los visitantes abandonarán el sitio casi enseguida. Se dice que el tiempo de evaluación de un sitio para definir si vamos a explorarlo es inferior a 8 segundos. Imaginen que si los desperdiciamos con imágenes que no abren o numerosos botones que nos hacen sentir perdidos en un laberinto muy pocos resistirán los 8 segundos.
Datos de contacto muy visibles: Aunque parezca mentira nos encontramos muy frecuentemente con sitios con interesantes contenidos en los cuales nunca encontramos los datos para contactar a la empresa que lo generó. ¿Pero cuál era la función del sitio web entonces? Cuando finalmente logramos interesar al lector que quiere consultarnos o llamarnos por teléfono se encuentra con una barrera que no puede saltar (y seamos realistas, tampoco se va a tomar una hora para hacerlo, si no encuentra el dato seguirá de largo hacia la competencia).
Posibilidad de registro: Después de mucho trabajo, cuidadosa elaboración de contenidos atractivos, una estructura impecable y estética atractiva estamos en la situación ideal, a fin de mes tenemos un reporte que nos dice que nuestro sitio web recibió cientos de visitas. ¿Pero dónde fueron a parar? Con la vorágine actual la mayoría de los visitantes habrá seguido su camino y no volverá a acordarse de nosotros, aunque el sitio les haya parecido interesante. A lo sumo pasado un tiempo tratarán de volver a encontrarlo, con escasas probabilidades de lograrlo.
Para convertir a una persona en cliente se estima necesario generar entre 7 y 27 contactos, con lo cual por buena que haya sido nuestra propuesta difícilmente llamarán o comprarán de inmediato. ¿Y cómo volver a contactarlos si no sabemos quiénes fueron los que nos visitaron? Una estrategia de incentivo para lograr que la gente deje sus datos valdrá el esfuerzo, tiempo y dinero invertido ya que será clave para que algunos de esos visitantes se conviertan un día en clientes.
- Argentina
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