Si tiene más de dos hijos seguramente sabe lo intensa que es la rivalidad entre hermanos; sin embargo, es importante saber que este tipo de riñas son normales hasta cierto punto. Pero es muy importante saber cuándo son normales las peleas y cuándo son un problema.

 

Antes de buscar soluciones para estos pleitos, es importante conocer, determinar y entender las causas. Dentro de los factores que intervienen en los pleitos entre hermanos están:

  • La edad
  • La personalidad de cada uno
  • Los celos

La razón por la que existen peleas constantes entre hermanos es porque están tratando de establecer un dominio sobre el otro, además de llamar la atención de los padres y disputar su cariño. En el caso de los niños egocéntricos, siempre van a querer ser el centro de atención de los demás, por lo tanto, al tener un hermano, presentan peleas por lo espacios, las cosas, y sobre todo, por el cariño de los padres.

El origen de una pelea entre hermanos puede ser ocasionada por cualquier cosa: comida, juguetes, ropa, por quien se sienta en determinado puesto, por quien se sienta con mamá o papá, etc. Pero estas peleas se incrementan cuando alguno de los padres tiene mayor inclinación por alguno de sus hijos, generando celos y frustración.

Hay que saber que las peleas entre hermanos no son tan malas, ya que con cada riña ellos están estructurando su personalidad y además les sirve en su socialización. Además, están encontrando su identidad y están aprendiendo a manejar sus conflictos y a negociarlos, lo que ayudará en la búsqueda de soluciones.

¿Qué deben hacer los padres?

El hecho de que las peleas entre hermanos sean normales, no quiere decir que las debemos ignorar o actuar de una manera inadecuada ante ellas. A pesar de que ocurrirán y serán constantes es importante actuar de la manera correcta y ser una guía para que posteriormente estos pleitos normales no se conviertan en un problema mayor.

¿Qué hacer?

1. Cada niño expone su punto de vista.

2. Para asegurarse de que el otro lo entiende, lo repite con sus propias palabras (si es muy pequeño le ayudamos un poco).

3. Ambos niños repasan y sopesan las posibles soluciones (también les podemos ayudar).

4. Eligen un desenlace que satisfaga a ambos.

5. Planean cómo ponerlo en marcha. Todo con nuestra ayuda, pero sin sustituirlos.

Además de aplicar estos tips para la resolución de los conflictos entre hermanos es importante inculcarles valores como el respeto, la tolerancia, la generosidad y, sobretodo, hacerles saber que las peleas no son la mejor forma de resolver los problemas. Es importante dejar que resuelvan sus problemas; sin embargo, cuando se producen agresiones físicas y verbales entre ellos, los padres deben intervenir y decirles que no van a permitir que se agredan de tal manera bajo ninguna circunstancia.