¿Eres uno de esos padres que sobreprotege mucho a su hijo? ¿Qué significa sobreproteger a un niño? Conoce los efectos negativos de tener padres sobreprotectores.

 

La forma de educar a los niños ha cambiado de forma drástica en los días de hoy. Más allá de protegerlos, se busca que éstos no sufran, no se frustren y tengan una vida lo más feliz posible y con la menor cantidad de carencias que se pueda. Pero al hacer esto, no estamos protegiendo al niño, muy por el contrario, lo estamos desprotegiendo.

Antes, por ejemplo, los padres le compraban una bicicleta a su hijo y este aprendía sobre el ensayo y error. Entre caídas, raspones y nuevos intentos, el niño comenzaba a pedalear cada vez mejor.

Actualmente, a los niños se les enseña de manera diferente, se les compra la bicicleta, pero con ella también vienen, el casco, rodilleras, coderas, guantes y demás accesorios que puedan evitar que el niño pueda lastimarse.

Sucede que, para poder aprender, debemos equivocarnos, nos frustramos y gracias a esos momentos, nos hacemos más fuertes, somos capaces de mejorar producto de nuestros errores y debido a eso, logramos salir adelante.

Si no le damos la oportunidad al niño de pasar por esas etapas, no lo estamos ayudando, lo estamos perjudicando, porque evitamos que aprenda las habilidades necesarias para desarrollarse con éxito, e incluso podrán llegar a pensar que no vale la pena el esfuerzo, porque siempre existirán otros que se ocupen de sus responsabilidades.

¿Qué significa ser un padre sobreprotector?

En términos prácticos el término sobreprotección se basa en intentar allanar el camino del niño con la excusa de protegerlos y hacerles la vida más fácil.

Sobreproteger al niño es ir más allá del instinto básico de cuidarlos y salvaguardar su seguridad tanto física como emocional. En la mayoría de los casos se vive por el niño y se le facilitan las tareas lo máximo posible.

También, se intenta evitar que pase por cualquier situación desagradable, se les elogia en exceso o se les resuelven los conflictos, sin darles la oportunidad de que sean ellos los que encuentren la solución.

La misión de los padres es ayudarles a los niños a que crezcan como personas autosuficientes, a que desarrollen su autoestima y autonomía, pero hoy se confunde esa protección natural con sobreprotección.

Se les ha hecho creer a los padres que los niños no tienen que experimentar ningún malestar, que no pueden sufrir una contradicción, o tolerar algún tipo de frustración y que ser un buen padre implica, casi que ejercer de guardaespaldas del niño.

Tipos de padres sobreprotectores

Existen quienes ponen nombre a los comportamientos de los padres sobreprotectores algo originales y es así como surgen:

1.- Padres helicóptero. Son aquellos que están siempre encima del niño, sobrevolándolo como si fueran un helicóptero. Siempre supervisando que no les suceda nada malo.

2.- Padres quitanieves. Son los padres que, en lugar de preparar a los hijos para el camino, preparan el camino para los hijos.

3.- Padres tigre. Son esos padres que quieren que su hijo no sea renacentista que toque muchas teclas, sino el niño genio que desarrolle una habilidad específica.

4.- Padres guardaespaldas. Que es el que se coloca en la posición de que nadie puede tocar a su hijo.

5.- Padres Manager. Son los que asumen a sus hijos como las próximas estrellas del futuro.

6.- Padres bocadillo. Son los que siguen al niño con el plato de comida, en el parque, mientras juegan o entre sus actividades extracurriculares, con la finalidad de que no pase hambre.

¿Te identificas con alguno de estos modelos?

Características de los padres sobreprotectores

Estas son algunas características que definen a los padres sobreprotectores:

1.- Siempre interfieren si otros niños molestan a su hijo.

2.- Les realizan las tareas escolares, los visten, los bañan, los peinan y les dan de comer.

3.- Revisan todo lo que hace el niño y les impiden salir con otros niños de su edad.

4.- Contestan por el niño y utilizan el miedo como forma de protección.

5.- Ignoran los errores que comete el niño, los tapan y en muchas ocasiones, los justifican.

6.- Se sienten culpables si no ayudan al niño a resolver sus problemas.

7.- No permiten que otra persona corrija alguna actitud o comportamiento de su hijo.

padres sobreprotectores. Cómo afecta esto al niño

Efectos negativos de los padres sobreprotectores

Para ser exitosos en la crianza de los hijos, los padres deben encontrar un término medio entre ser permisivo y ser autoritario – protector. Caer en cualquiera de estos extremos puede ser muy perjudicial para el niño.

Lo que se busca a medida que los niños crecen es que pasen de la dependencia a la independencia y que sean capaces, en ese proceso, de desarrollar su propia identidad.

Los padres que se vuelven demasiado protectores hacia sus hijos, para evitarles cualquier infortunio, sin querer desarrollan en los niños, ciertos efectos secundarios que pueden ser muy perjudiciales en su vida adulta.

1.- Falta de confianza en sí mismo.

Cuando intentamos hacer todo, en lugar de dejar que sea el niño que lo haga, le estamos lesionando seriamente la confianza en sí mismo.

Lo que estamos reflejando es que no confiamos en las decisiones que el niño pueda tomar y que está mal equivocarse. Esto hará con que se sientan incapaces de resolver sus problemas sin el apoyo de una tercera persona y repercutirá negativamente en su éxito futuro. Serán futuros adultos inseguros.

2.- Dependencia.

El intervenir constantemente en todas las situaciones en las que el niño requiere de tomar una decisión, hará con que éste se vuelva cada vez más dependiente de lo que puedan decir sus padres. Con lo que se estará anulando su identidad. Siempre necesitarán la aprobación de otros para animarse a poner en práctica sus proyectos. Tendremos como resultado, adultos con gran dificultad de alcanzar la independencia.

3.- Autoestima baja.

El desarrollo de la autoestima de los niños pasa por el hecho de que estos enfrenten los desafíos, que tomen sus propias decisiones y que actúen de acuerdo con éstas. Si tienen un padre que toma constantemente las decisiones por ellos, los anula.

Serán niños que en el futuro probablemente, sufran de ansiedad o de depresión, o que no se sientan capaces de hacer algo bien. Difícilmente tomarán la iniciativa en algo.

4.- No asumen sus responsabilidades.

Si el niño cuenta con padres que siempre justifican lo que hace mal e incluso lo defienden, no aprenderá a asumir las consecuencias de sus actos. Serán niños que se creerán con el derecho de hacer lo que quieran, sin medir los efectos negativos que esto pueda tener en las personas de su entorno.

5.- Desarrollo de Conductas demandantes.

Cuando le damos todo al niño sin que éste se esfuerce prácticamente por conseguir las cosas, lo que le estamos transmitiendo es que no tienen por qué esforzarse pues por el simple hecho de existir se merecen todo en la vida.

Se convertirán en adultos demandantes que no conocerán el real valor del trabajo o del dinero, ni tampoco la empatía y que exigirán que se les den las cosas simplemente porque sí, sin esfuerzo alguno.

¿Qué pueden hacer los padres para superar la sobreprotección hacia sus hijos?

Deben dejar que los niños aprendan que no todo en la vida son emociones buenas, sino que también existen emociones negativas, tales como: la tristeza, la ira la frustración, la impotencia y ellos tienen que aprender a gestionarlas.

Existirán ocasiones en las que habrá que decirle “NO” al niño, de lo contrario si le permitimos todo, lo que estaremos creando será a un niño narcisista.

Ofrecerle alternativas, ante algunas de sus peticiones. Darle la libertad de elegir, podrá formar a un niño seguro y con una autoestima fuerte.

Enseñarle que puede equivocarse, que puede fallar y que si eso sucede no está mal, ya que nos formamos, precisamente en base de caernos y volvernos a levantar.

Permitirle jugar. Los niños tienen que jugar y el modelo de sobreprotección, a veces les exige de tal manera, que entre todas las actividades que deben desarrollar a lo largo del día no se les deja un espacio para el juego.

El juego es la esencia de la infancia y en ese juego libre, sin estructurar, los niños aprender a trabajar en equipo, el respeto hacia los demás, a compartir, a ser creativos, la resiliencia y además, aprenden a tolerar la frustración.

Fuente:

Etapa Infantil 

Salud 180