Desde hace años se discute si los videojuegos son buenos para los niños o jóvenes. La realidad es que mientras algunos juegos son educativos, mucho otros promueven temas negativos, como matar (personas o animales), el comportamiento criminal, violencia hacia la mujer, uso de drogas y alcohol, falta de respeto por la autoridad, estereotipos (raciales, sexuales y de género), obscenidades, etc.
Estudios sobre los efectos de los videojuegos jugados en exceso por niños y adolescentes probaron que éstos se vuelven insensibles al “horror de la violencia”, tienen tendencia a imitarla, y tienen un comportamiento más agresivo por la continua exposición a la violencia. Estos niños consideran a la violencia como la única manera de solucionar los problemas. Y si el niño tiene problemas emocionales, de comportamiento y/o de aprendizaje, el impacto es mayor.
Muchos chicos se obsesionan con los videojuegos, al punto que desatienden el colegio, sus calificaciones bajan, dedican menos tiempo a estar con su familia, amigos o realizar sus hobbies, se vuelven sedentarios y engordan, y tienen pensamientos y comportamientos agresivos.
Por supuesto, no todo es malo. Existen juegos que promueven el aprendizaje, ayudan a desarrollar la coordinación visual y manual, y las destrezas motoras, además de que enseñan a resolver problemas y estimular la memoria. El niño también aprenderá a enfrentar el fracaso cada vez que pierda, y a tratar de nuevo cuando no se consigue algún objetivo. La necesidad de tomar decisiones rápidas lo ayudará a actuar sin dudar.
El resultado puede ser beneficioso o perjudicial, dependiendo de cómo se lo encare. Especialistas recomiendan:
- Investigar el contenido del videojuego y cerciorarse de que es adecuado para la edad del niño, y seleccionar el apropiado tanto en contenido como en desarrollo.
- Poner un límite de tiempo para el juego. Se recomienda no más de 4 horas semanales, y se lo puede usar como premio o incentivo por buen comportamiento, o por terminar la tarea, o ayudar en la casa, etc.
- Se considera que el abuso de videojuegos se da por ausencia de vida familiar, y que los chicos los usan para llenar ese vacío (muchos padres los usan como “niñera”), por lo que se recomienda involucrarse y jugar con los chicos, de esa manera se sabe qué tipo de juego es, y además se crea un vínculo con el niño.
- Si el chico juega juegos en línea (online) advertirle sobre los peligros de formar relaciones con personas que conocen a través del juego o el chat.
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Si se notan comportamientos como que el niño o adolescente usa la videoconsola apenas se despierta o en cualquier momento libre, o abandona otras actividades (deporte, lectura, salidas con amigos) o cambia su comportamiento (se vuelve impulsivo o violento), entonces se está lidiando con un problema serio, por lo que se recomienda consultar con los profesores o especialistas en la materia.
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