Hoy estamos celebrando el día de la Madre. Seres especiales que se merecen todas las atenciones, en este día y todos los días del año, por la ardua labor que realizan día tras día para sacar a su familia adelante.

 

Madre palabra de amor, de lucha, de entrega. Palabra que engloba valores como: amistad, paciencia, perseverancia, constancia y amor incondicional. Persona que nos llena de cariño desde el mismo día de nuestro nacimiento. Que está con nosotros en los momentos buenos y en los no tan buenos… Siempre, inyectándonos palabras de fe, confianza y optimismo.

Madre: profesión de 24 horas, 7 días por semana, 365 días del año; porque dará igual si eres niño o tienes 20, 30, 40 años…, seguirá siendo madre y seguirá preocupándose como el primer día, aún cuando vea que sus hijos son completamente independientes. Descubrirá con sólo verte si estás bien o no y siempre tendrá hacia ti una palabra de aliento, un gesto de cariño para levantarte el ánimo y hacerte saber que allí está, para cuidarte y apoyarte, como cuando eras niño. Ella no va a solucionar nuestros problemas, pero sí ofrecerá su hombro para que los soportemos mejor y obviamente no faltarán nunca sus sabios consejos.

Es por eso, que en este día tan especial, no podemos más que agradecerles:

Agradecer, por todas aquellas cosas que han hecho por nosotros, pequeñas o grandes, a lo largo de nuestras vidas.

Agradecer  por su dedicación, pasión y constancia.

Agradecer por su infinita paciencia, por estar y permanecer con nosotros sirviéndonos de apoyo, aún cuando lo que queríamos era desistir y no nos fue permitido, porque ella nos recordó que somos grandes y que siempre hay que intentarlo una vez más.

Agradecer sus ricas comidas y sus dulces cuidados cada vez que nos encontrábamos enfermos, permitiéndonos crecer sanos, fuertes y queridos.

Agradecer sus llamadas de atención, pues nos hicieron entender que de lo errado se aprende. Que nos podemos equivocar, pero siempre debemos poner por delante la honestidad y que para corregir, siempre estamos a tiempo.

Agradecer el enseñarnos a compartir sin importar si la otra persona lo merecía o no, porque con su ejemplo aprendimos a procurar siempre lo mejor para los demás y a cuidar de ellos.

Agradecer también, por enseñarnos a escuchar, valor que muchas veces vale más que todo el oro del mundo.

Agradecer por extendernos siempre su mano,permitirnos ser independientes y asumir nuestros propios riesgos, aun y cuando muchas veces estaba en desacuerdo, pero estaba consciente de que era la única forma de fortalecer nuestra personalidad y de crear con ello seres fuertes y luchadores, responsables de las decisiones tomadas.

Agradecer por ser nuestra guía en los momentos difíciles.

Agradecer por ponerse muchas veces en segundo plano para poder sacar adelante a los suyos.

A veces, puede ser que olvidemos que también son seres que sienten y es que nos acostumbramos a que siempre estarán con nosotros y que son fuertes porque siempre han sido nuestro apoyo. 

A veces pareciera que no las valoramos como merecen, porque nos acostumbramos a su entrega.

Hagamos que estos agradecimientos de hoy, se prolonguen a lo largo de todo el año y demos todos los días, la importancia que merece ese Ser Maravilloso que nos dio la vida y que siempre está con nosotros iluminando nuestro camino, de cerca, de lejos, porque sabemos que pase lo que pase, siempre estarán allí. Porque son incansables e inquebrantables Luchadoras.

 

Feliz Día de las Madres.

Les dieron un día especial, porque todos tenemos que celebrar la existencia de seres tan Maravillosos.

 

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