Grooming (estrategias de un adulto para ganar la confianza del menor y así obtener concesiones sexuales).
Son peligros a los que todos los cibernautas estamos expuestos, desafortunadamente no se pueden eliminar y lo único que podemos hacer es evadirlos. ¿Cómo? Entrenando las habilidades sociales, enseñando a nuestros hijos el buen uso de la libertad, de hacer lo que está bien, fomentando la comunicación directa y dando ejemplo.
No basta con tener un buen antivirus, no revelar claves ni datos personales, que también, pero la única defensa real o vacuna es que nosotros y nuestros hijos no seamos ingenuos. Las computadoras deben de estar en lugares accesibles y visibles para todos, pero con los hijos mayores es difícil y si tomamos en cuenta que cada miembro de familia tiene su propia pantalla, peor aún.
Hay que respirar hondo y no angustiarse, el miedo paraliza y lo que necesitamos son padres activos. Hay que educar a nuestros hijos para que entiendan porque no hay que acceder a cierto tipo de páginas y no es prudente entablar relaciones de ningún tipo y menos virtuales, con desconocidos. Prohibir sólo empeorará las cosas.
Nuestros hijos no son inmunes y por lo mismo debemos hablar con ellos sinceramente sobre los riesgos y enseñarles valores que les sirvan dentro y fuera de las redes, en la vida.
Un chico o chica que conoce los peligros, tendrá cuidado y no será presa fácil. Si es pudoroso no enviará fotos desnudo, si es honesto no robará información, si es prudente no entablará relaciones con extraños, si es respetuoso no hablará mal de nadie ni revelará secretos de otros, si sabe lo que es la intimidad no contará todo en las redes y finalmente si alguna vez se equivoca tendrá la responsabilidad de asumir las consecuencias.
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En definitiva no seamos padres cómodos sino padres proactivos que ajustamos el proceso educativo de nuestros hijos a la realidad actual.
- Argentina
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