Los ejercicios de razonamiento abstracto permiten medir la capacidad estratégica de razonamiento y análisis como un indicativo de la inteligencia general.
Recurrir a contenidos formativos de corte práctico (como por ejemplo los de https://librosministerio.com/resueltos/), puede marcar la diferencia y acelerar los procesos de aprendizaje.
Este tipo de razonamiento permite partir de un determinado punto o situación para deducir sus consecuencias. Para lograrlo, es importante aprender a evaluar elementos individuales y aislados, al mismo tiempo que se realiza un análisis global de la interrelación de todos ellos.
Las pruebas evaluatorias tienden a emplear dibujos y elementos gráficos como figuras. Solo a partir de su análisis y la comprensión de sus relaciones globales se obtendrá una conclusión lógica válida. Su resolución puede prepararse a partir de formación y entrenamiento, pues existen varios grados de dificultad. Además, existen factores limitantes que a menudo perjudican al estudiante durante la fase de examen: El tiempo disponible (por lo general suele ser bastante reducido) o la falsa creencia de que este tipo de pruebas no requieren de una preparación, son algunos de ellos.
Pero, ¿cómo afrontar una prueba evaluatoria de razonamiento abstracto?
A continuación te proponemos algunos consejos. ¡Presta atención!
Controla tus emociones
La relajación es un componente fundamental. Ten presente que este tipo de pruebas suelen generar altos niveles de estrés porque son relativamente imprevisibles. Aprender a tener cierto control de las emociones puede ayudar a incrementar las potencialidades del alumno. A veces, contar con un sistema efectivo de relajación, respirar hondo y trabajar en las pruebas con cautela y tranquilidad, puede ser aquello que marque la diferencia y permita aflorar las capacidades lógico-deductivas.
Da prioridad al problema, no a las soluciones
Cuando nos encontramos ante un examen de tipo test, a menudo sin siquiera haber comprendido del todo la pregunta o el problema propuesto, nos centramos en las soluciones disponibles. En el caso de un problema lógico, se hace especialmente importante comprender qué es lo que nos pide el enunciado. Tratar de obtener una respuesta lógica sin tener en cuenta las opciones propuestas, puede ayudarnos a identificar la solución de una forma más sencilla.
Busca una solución lógica fácilmente identificable
Analiza cómo cambia el interior de los dibujos propuestos. ¿Qué te dice tu lógica? Identifica un razonamiento basado en tu sentido común y a partir de ahí comienza a restar posibilidades. Partiendo de una idea muy general, pero irrebatible, podrás comenzar a desechar algunas alternativas para centrar tu atención en aquellas que tienen más posibilidades de ser las correctas. Para poder entrenar tus capacidades puedes servirte de diferentes técnicas: Una pizarra, un papel en blanco sobre el que dibujar y hacer cálculos más visuales…
Organiza el tiempo disponible
Ten en cuenta desde el primer momento que cuentas con un tiempo limitado. Organízalo y optimízalo. ¿Qué tiempo máximo puedes destinar a cada ejercicio? Trata de ceñirte a tu planificación y si los fallos restan puntos y al final del ejercicio han quedado preguntas sin resolver por falta de tiempo, no las hagas de forma precipitada pues esto puede ir en tu contra.
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Esperamos que esta información te sea útil a la hora de enfrentarte a las pruebas de razonamiento abstracto. ¿Qué te ha parecido este contenido? ¡Cuéntanos!
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