Actualmente, quién sabe por qué razón, algunos niños están siendo más crueles que nunca y se ha puesto muy de moda el tan perjudicial bullying. No necesariamente, diría que tu hijo lo sufrirá en algún momento de su vida, pero siempre es mejor estar preparados. ¿Cómo enseñarle a tu hijo a defenderse de un niño cruel? Es lo que te contamos en este artículo.

 

El bullying consiste en intimidaciones físicas, psicológicas y sociales que un niño o grupo de niños suele aplicar a otros niños. Estos últimos suelen ser niños pasivos, de los cuales tienden a aprovecharse los demás.

 

Muchas veces, ni los maestros ni los padres, le dan la importancia que se merece a esta situación, y es una práctica que está en aumento a nivel mundial.

 

Existen países, en los que uno de cuatro estudiantes sufre de acoso escolar. Una situación que si no es manejada con la pericia adecuada, puede destruir por completo la autoestima de tu hijo, su seguridad y confianza. Cuando esto sucede, muchas veces el niño queda marcado para siempre, sus relaciones se vuelven difíciles, si era un niño feliz, deja de serlo, se vuelve retraído y si no cuenta con la ayuda adecuada, las consecuencias podrían ser nefastas. Así de importante es, que tu niño cuente con las herramientas necesarias para hacerle frente a los ataques de un niño cruel.

 

Lo primero que debes hacer es enseñarle al niño que existen personas buenas y personas malas en el mundo y que éstas últimas, pueden llegar a ser despiadadas, como resultado de posibles problemas emocionales.

 

La idea no es que generes en tu hijo una especie de paranoia, pero si debes prepararlo para que en el momento que sea necesario, pueda identificar y alejarse de personas que se acerquen a él con la intención de hacerle daño. Personas que no aportarán nada positivo a su vida y por el contrario, lo llenarán de decepciones y muchos tragos amargos.

 

Beneficios de enseñarle a tu hijo a defenderse de un niño acosador

 

En este proceso de enseñarle a tu hijo a defenderse no sólo de un niño acosador, sino que también podría tratarse de personas adultas, te darás cuenta de que resultará bastante beneficioso por las siguientes razones:

 

1.- Le estarás enseñando a lidiar de forma efectiva con los conflictos, lo que le ayudará a incrementar la seguridad en sí mismo y su autonomía.

 

2.- Será capaz de buscar respuestas positivas ante situaciones que pueden salirse de su control si no toma las medidas del caso. En lugar de ponerse a llorar, posiblemente, se mantendrá firme en la búsqueda de una respuesta a su conflicto. Lo que estará fortaleciendo su poder de raciocinio, voluntad, creatividad, poder de decisión, lo que no permitirá el quiebre de su autoestima.

 

3.- Será capaz de defender su espacio vital y su integridad. Al enseñarle valores fuertes a tu hijo, (integridad, autoestima, comunicación, empatía, respeto, optimismo, esfuerzo, etc) le estarás entregando las herramientas necesarias para poder contornear este tipo de situaciones y salir ileso de ellas.

 

4.- No siempre podrás estar con él para defenderlo, por lo que serán ocasiones en las que podrá autoafirmarse, ser independiente y demostrar que es muy capaz de salir de situaciones difíciles sin la asistencia de sus padres.

 

 

4 estrategias que debes enseñarle a tu hijo para que pueda defenderse de un niño cruel

 

1.- Ignorar y/o evadir la ofensa. Esta es una estrategia que le servirá a tu hijo en cualquier ámbito de su vida y en cualquier edad, por lo que es realmente muy beneficiosa.

 

La idea del niño acosador es lanzar su ofensa, con la intención de que el niño agredido responda a ella, se sienta ofendido y frustrado. Esto le dará pie para darle continuación a sus ataques. Pero si le enseñas a tu hijo a ignorar o evadir este tipo de comportamientos, le estarás aportando una herramienta de mucho poder.

 

Enséñale a tu hijo, que lo que el niño acosador le dice, es un reflejo de sí mismo, una proyección que nada tiene que ver con él. Por lo tanto, incitalo a retirarse con la frente en alto cuando se den los ataques por parte del niño agresor.

 

Explícale que retirarse no es sinónimo de cobardía, sino una estrategia muy útil cuando no tiene sentido el enfrentamiento. Además, pídele que intente permanecer lo más alejado posible de este niño y siempre busque estar acompañado. Después de todo, la valentía no radica en responder de forma irracional, sino saber retirarte cuando no es necesario generar una batalla, que sabemos que no nos conduce a nada positivo.

 

2.- Buscar ayuda. Debes hacerle saber a tu hijo, que en el caso de que él no logre controlar la situación, siempre podrá contar con la ayuda de sus compañeros de clases o la de un adulto para poder solucionar el conflicto. Es importante que sienta que no está sólo y que no confunda el buscar ayuda como una señal de debilidad.

 

El niño debe ser capaz de distinguir hasta dónde lo llevan sus habilidades y debe entender cuáles son sus vulnerabilidades y cuando es superado por ellas. En este caso, está bien que busque ayuda cuando esto sucede. Es una actitud más que de debilidad, de inteligencia.

 

3.- Ocultar sus emociones ante situaciones ofensivas. El niño agresor se sentirá más poderoso si logra que tu hijo llore y muestre su frustración. Por esta razón, es muy importante que aprenda a controlar sus emociones, con la finalidad de evitar demostrar vulnerabilidad, que a final de cuentas es lo que el niño agresor desea generar, para poder continuar con sus ataques.

 

Enséñale a respirar profundo, contar hasta 100 si es necesario y a mantener el rostro inmutable.

 

No lo incites a responder con la misma moneda, pues estarás transmitiendo valores equivocados, y que además, podrían generar más violencia. Por el contrario, edúcalo en la empatía, en el ser capaz de entender el comportamiento del otro.

 

Y haz énfasis, en que debe tratar a los demás como le gustaría ser tratado. A veces, cuando respondemos de forma inversa a lo esperado, generamos confusión en el agresor y éste termina por abandonar su actitud.

 

4.- Fomenta la comunicación. Una regla de oro entre padres e hijos será la de incentivar una comunicación fluida y abierta entre ambas partes. Deberás enseñarle a tu hijo que puede contarte todo y que obtendrá de ti (siempre) comprensión, aceptación y ayuda.

 

Cuando un niño es acosado, la tendencia natural es retraerse y no contar lo que le está pasando, pues les produce un sentimiento de vergüenza, pero si generas la suficiente confianza para que él se abra contigo, incluso en estos casos muy delicados, será capaz de contarte absolutamente todo. Especialmente si lo felicitas cada vez que se acerca a ti a contarte sus problemas.

 

“La Conciencia sobre el Acoso Escolar se ha incrementado, pero sigue pasando desapercibido para algunos por ser Cosa de Niños”. (Psicóloga Laura Corrochano).

 

 

 

Fuente:

 

Guía Infantil 

Etapa Infantil

 

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