Empezaré por platicarles qué es y que hay en mi “Baúl de los Tesoros”.
Mi “Baúl” es un lugar que habita en mi mente y en mi corazón en el que guardo todo lo que le da felicidad a mi vida.
Aquí guardo sentimientos, emociones, momentos, imágenes, olores, sabores, recuerdos, sonidos, experiencias y sensaciones que he experimentado a lo largo de toda mi vida y que han dejado huella para siempre en mi y me han hecho ser quien soy.
En este lugar están “todos los momentos de felicidad” que he disfrutado a lo largo de mi vida. Es realmente un lugar “mágico” que siempre está conmigo y que cada vez que lo abro para guardar algún nuevo momento, tengo la oportunidad de encontrarme con algún momento del pasado que me lleva a recordar y de alguna forma a “volver a vivir” y a disfrutar.
Mi baúl está lleno de risas y carcajadas, imágenes de ensueño, momentos compartidos con personas maravillosas que forman o han formado parte de mi vida, lugares mágicos, sabores y olores exquisitos, sonidos hermosos y sensaciones maravillosas.
Hoy quiero sacar de mi “Baúl” y compartirles el gran valor que para mi representan Los REENCUENTROS y el valor de la AMISTAD, a pesar del tiempo y de la distancia……
Este año he tenido la enorme bendición de reencontrarme con AMIGOS de mi infancia, de mi juventud y de mi edad adulta. Algunos de ellos no viven en la Ciudad de México y otros, simplemente se habían perdido y no estaban en mi vida.
A algunos los he visto de manera más o menos frecuente, pero a otros los dejé de ver cuando íbamos en la secundaria y en la preparatoria y no me había yo reencontrado con ellos. Simplemente les había yo perdido la pista y el tiempo había pasado….
Por algún motivo maravilloso, la vida me ha reencontrado con muchos “amigos perdidos”. Algunos han llegado por facebook, otros por whatsapp y a algunos me los he encontrado en lugares y momentos inesperados.
De verdad, el reencuentro ha sido MÁGICO. Hay personas que habían salido de mi vida hace varias décadas y hoy están de regreso.
Hay otros amigos que no viven cerca, pero que siempre están ahí y cuando los reencuentro, la experiencia es realmente maravillosa.
Algo que me ha impactado enormemente es como el TIEMPO y la DISTANCIA no han afectado nuestro sentimiento de AMISTAD.
De verdad, tengo varias amigas que dejé de ver a los 18 años y este año regresaron a mi vida. Lo más impactante para mi es la facilidad con la que “retomamos la amistad y nos reconectamos “. Me encanta el cariño y la confianza con la que nos tratamos. Como si nos hubiéramos visto la semana pasada.
A algunos amigos los he ido a visitar.
A inicios de año viajé a Arizona para reencontrarme con una amiga del alma a la que visito cada año para platicar, compartir y seguir alimentando nuestra amistad.
Tuve la fortuna de ir a Italia y reencontrarme con mi mejor amigo desde la secundaria y convivir con él increíblemente.
Visité en Texas a una de mis mejores amigas de la prepa y aquí, en mi propia ciudad, me he reencontrado con otras amigas que no había vuelto a ver desde hace muchos años y por las que he vuelto a sentir un gran cariño y enorme admiración…
Acabo de vivir una semana maravillosa. Vino a visitarme una amiga muy querida que vive en Monterrey, a la que tenía yo más de un año de no ver.
Nuestra “reconexión”, fue inmediata. El tiempo no nos aleja y la distancia no impide que sigamos alimentando nuestra amistad.
A lo largo de una semana en la que ella dejó su vida, su familia y su mundo para incorporarse al mío, compartimos una plática interminable, visitamos y exploramos lugares mágicos, nos reímos, hicimos ejercicio juntas, desayunamos, comimos y cenamos y “nos pusimos al día”.
De verdad estos REENCUENTROS forman parte maravillosa de “Mi Baúl de los Tesoros” y le doy gracias a DIOS por permitirme experimentarlos y disfrutarlos para seguir sumando a mi vida estos momentos de felicidad.
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Imagen por: CANVA
- México
Un reencuentro es un “gran regalo” que la vida nos ofrece para revalorar a una persona que formó parte de nuestra vida en el pasado y que hoy “milagrosamente” regresa para compartir el presente y seguir sumando en nuestras vidas.
Caro! Qué lugar tan especial el de los reencuentros en tu baúl. Yo también tuve la dicha de reencontrarme con dos amigos que no veía desde hace más de 20 años y, como dices, parecía que el tiempo no existió en el intermedio, porque allí estábamos disfrutando de la maravillosa oportunidad de vernos!