Mis RECUERDOS…
De mi infancia, tengo tantos momentos maravillosos que me han llenado el alma de felicidad…..
Recuerdo todas las aventuras y juegos compartidos con mis hermanos.
Mis tardes de niña eran maravillosas. Terminaba yo de comer y de hacer la tarea y salía corriendo para ir a andar en mi bici roja con mi hermano. La sensación de libertad era extraordinaria. Muchas veces me paraba en los terrenos baldíos, estacionaba mi bici y atrapaba catarinas y las metía a un frasco para observarlas de cerca y después las dejaba volar. Recuerdo como estos insectos con cuerpos rojos y llenos de motas negras, realmente me fascinaban.
Con mis vecinos, jugábamos en la calle al avión, resorte y saltábamos la cuerda.
En mi casa, las matatenas, los rompecabezas, los cuentos de colorear y los juegos de mesa eran el pan de todos los días.
Mis muñecas y mis peluches no sólo decoraban mi cuarto. Eran verdaderos compañeros de juegos y participaban en mis aventuras y travesuras.
Recuerdo perfectamente los olores y sabores que formaron parte de mi niñez. De verdad se “me hace agua la boca” cuando pienso en algunos platillos que me encantaban de niña y que con tanto amor me preparaban mi mamá y Lupe, la señora que había sido la nana de mi mamá y que vivía con mi abuelita Cristina.
Recuerdo cada rincón de la casa de mi abuelita Cristi. Me parecía una casa elegante y llena de sorpresas maravillosas. Predominaban los tonos dorados, los espejos, los biombos y había una colección de muñecas en dos vitrinas que mi abuelita había adquirido en sus viajes alrededor del mundo que me parecían extraordinarias.
Recuerdo el piano de su casa y cómo tocaba cualquier canción que escuchaba y siempre me decía que ella no tocaba por nota, sino tocaba de oído, porque tenía ese don. A mi, me parecía simplemente fascinante que sin haber estudiado el piano, pudiera tocar prácticamente cualquier canción…..
Mi lugar favorito era definitivamente la recámara de mi abuela. Había un tocador lleno de polveras, lápices labiales y perfumes y mi abuelita me dejaba usar todos sus cosméticos para ponerme guapa.
También había en su recámara un ropero con una llave antigua, en donde guardaba sombreros de plumas, collares y su ropa de fiesta. Me acuerdo que me dejaba abrirlo y ponerme sus sombreros y collares. Realmente amaba estar con mi abuelita y disfrutaba todos estos regalos que ella me daba….
Ya como jovencita, recuerdo los maravillosos momentos compartidos con mi hermana, con nuestras “confesiones interminables” sobre los chicos que nos gustaban y los novios.
Recuerdo sin duda, mi primer buen beso y las “mariposas en el estómago” que sentía cada vez que un chico me declaraba su amor….
Recuerdo como me encantaba bailar en las fiestas y cómo tenía que literalmente esconderme de mi hermano que siempre quería irse a los 5 minutos de haber llegado porque a él no le gustaban.
Recuerdo a mis mejores amigas desde la primaria y a todas las que fueron formando parte muy importante de mi vida en las diferentes etapas que compartimos. Hoy tengo la fortuna de tener en mi vida a muchas de estas amigas compartiendo momentos en mi etapa presente.
Recuerdo cuando aprendí a manejar y eso me permitió volverme más independiente.
Recuerdo cuando busqué mi primer empleo, siendo aun estudiante y la alegría que me dio el recibir mi primer sueldo.
Recuerdo la enorme satisfacción y el orgullo que sentí el día en que me titulé y me convertí en la primera mujer profesionista de ambos lados en mi familia.
Recuerdo el gran reto y la enorme aventura de haber iniciado junto con mis hermanos, siendo aun muy jóvenes, nuestra primera empresa y el enorme esfuerzo y trabajo en equipo que hicimos juntos para hacerla crecer y volverla exitosa.
Ya como adulta, recuerdo la enorme alegría que sentí cuando recibí la confirmación del doctor de que estaba embarazada de mi hijo, después de haberlo buscado por más de 3 años y sentir que quizás nunca me convertiría en mamá.
Recuerdo el nacimiento de mi hijo como uno de los días más felices de toda mi vida.
Recuerdo tantos momentos mágicos ejerciendo mi “rol de mamá” y todos los aprendizajes adquiridos en el camino.
Recuerdo cuando reencontré mi esencia y mi fortaleza después de mi divorcio y ello me devolvió la seguridad en mi misma para saber que mi vida y mi felicidad solo dependen de mi.
Recuerdo cuando inicié mi reinvención como mujer y como profesionista y la felicidad y satisfacción de sentirme “en el camino correcto”.
Hoy sigo en reinvención y la asumo como un estilo de vida, para tratar de encontrar y diseñar la mejor versión de mi misma……
Hoy sigo viviendo en plenitud y acumulando diariamente nuevos recuerdos para seguir enriqueciendo mi “Baúl de los Tesoros”.
- México
Me encantan tus recuerdos de niña. Fueron maravillosos y recorriendo los tuyos hice un recorrido de los míos para recordar que fueron hermosos y llenos de amor de familia!
Qué bellos recuerdos Carito. Algo que aprecio mucho de tu narración es tu intención clara de atesorar los momentos gratos y felices. Algún autor decía que si quieres vivir un presente feliz, puedes decidir tener presentes tus recuerdos felices y los demás dejarlos al olvido.
Gracias por compartirlos Caro!!!!