Muchas veces creemos que darle la respuesta a una persona sobre cómo resolver sus problemas es una forma de ayudar, pero a veces esto no es así. Comienza nuestro "Momento Terapéutico"... Descubre cómo a veces alejarse es un forma muy efectiva de ayuda.

 

Ella tenía una obsesión por la manera como la hija manejaba su matrimonio y estaba siempre muy presente en su vida para ayudarle a tener un matrimonio perfecto. Al final ella sólo tenía 19 años y se casó hace 7 meses. Por eso, se esmeraba por hacerle ver a su hija, que era la mejor ¡Madre del mundo!

 

A pesar de tratarse dos historias distintas, estas personas poseen algo en común. Ellos creen que están ayudando, mientras todo lo que están haciendo es ¡interferir en el proceso de aprendizaje y evolución de la otra persona!

 

A menudo veo situaciones en la vida de mis hijos y llego a darles consejos suaves (cuando me preguntan) o puedo llegar a "intervenir" si es necesario, pero siempre les dejo claro que la decisión final debe ser de ellos y jamás mía. A pesar de que, me doy cuenta de algunas cosas, no interfiero, para permitir que ellos tengan sus propias experiencias, pues sé que son estas experiencias las que van a ayudarles a construir sus recursos internos.

 

Soy terapeuta desde hace 18 años ¡ok! Pero no puedo salvar el mundo y confieso que ésta nunca fue mi intención, pero me gusta creer que salvo todos los días a alguien (de este mundo). Convivo con amigos que viven situaciones simples, pero que para ellos son complejas y doy una sugerencia aquí, suelto una semilla allí, porque creo que el ejemplo ayuda más que las palabras. Sin embargo, ellos necesitan vivir su momento, necesitan entender sus dolores e interferencias, aunque esto les resulte desagradable a veces!

 

Hay miles de maneras de ayudar a una persona y ¡alejarse es una de ellas! Y no confundas mi consejo, como una sugerencia de abandonar a las personas que se encuentran a tu alrededor, pero muchas veces necesitamos estar en silencio, apenas escuchar y dejar que esta persona, esta amiga tome sus propias decisiones, para que pueda avanzar en la vida, pues si todas las veces que tiene una dificultad le mostramos el camino, el día que no estemos allí, no sabrá buscar la mejor salida y se sentirá perdida. ¡Completamente perdida!

 

Durante muchos años creía que sabía todas las respuestas y hablaba, opinaba y a veces llegaba a dibujar un mapa para que las personas lo siguieran y (YO) el poderoso terapeuta, interfería en procesos altamente importantes de mi familia, amigos y hasta clientes. Hoy aprendí que puedo ser el tipo que ayuda, indica, pero que jamás muestra el camino y menos aún, el que agarra a la persona de la mano para mostrarle la experiencia.

 

La "experiencia" es individual y cabe a cada persona vivirla, después de todo es la historia (de ella) y no la mía y claro que en el consultorio, me pagan por buscar la solución y lo hago maravillosamente a través del inconsciente de la persona, pero ¡jamás le entrego un dibujo del mapa! Sólo mi cliente puede dibujar este mapa y una vez que él logra hacer esto, su experiencia es realmente brutal.

 

¡Hace poco tiempo una amiga me contaba sobre su vida! Primero, escuché atentamente y vi cómo de manera eufórica, la describía como una (desgracia) que estaba viviendo. Contaba que le iba mal en su matrimonio y que le faltaba el dinero y otras cosas que he escuchado más de una vez y todas las veces que ella me repetía su historia, siempre le decía: “¡Si sigues haciendo lo mismo, el resultado será el mismo! ¡Y mientras no aprendas la lección, la historia continuará repitiéndose!

 

¡Esta vez sólo la escuché! Escuché , mientras sacudía la cabeza y cuando ella me preguntó si yo no iba a decir nada, sonreí y respondí: ¡No! ¡Es tu vida! ¡Tus dolores, tus problemas! ¡Ni yo, ni nadie, hará nada por ti! Y a continuación, le pregunté: ¿qué te parece si nos vamos a almorzar?

 

Reclamar, desahogarse, hablar alto y repetir todo una y otra vez, puede convertirse en un vicio peligroso, ¡pienso yo! Hay personas que creen que hacer esto es importante, en incluso, llegan a decir que es una necesidad, pero no se dan cuenta de que sólo viven vomitando sus historias mal contadas y nada más. ¡Nada de verdad! La cuestión aquí no es el acto de desahogarse, ¡por favor, no! Es el vomitar todo para todos y no tener la iniciativa de propiciar una verdadera transformación.

Él me dijo que todo lo que deseaba era ayudar a su esposa y por este motivo estaba siempre  guiándola para que  tomara las mejores decisiones, le indicaba a los médicos correctos y "hasta" sabía qué amigas le hacían bien y de cuáles debía apartarse.

Existen personas que creen que las (otras) personas tienen la obligación de intervenir en sus cambios! Parece que éstas deben tomar decisiones y hasta adoptar actitudes para mejorar "o" resolver situaciones que jamás serán resueltas, si la propia persona no asume las riendas de su vida.

 

¡Preste más atención! ¿QUIERES ayudar de verdad? ¡Entonces aléjate!

 

 

 

Soy Eric Pereira, Coach, Hipnoterapeuta. Escritor del libro “100 Dicas Terapéuticas para Transformar” y Fundador do IPE – Instituto Ponto de Equilíbrio (Funchal y Lisboa)

Página Oficial: https://www.facebook.com/ericpereira.eu
 

Site: www.ericpereira.eu
 

Email: eric@estartegiasparaserfeliz.com

 

 

Te invito a leer también: MI mundo, mi pequeño MUNDO

  • Portugal