Todo lo que recibo, lo gasto. Ya hice el intento de ahorrar en algunas ocasiones, pero luego aparece un gasto extra y cuando voy a ver me encuentro en saldo negativo y con deudas en mi tarjeta de crédito. ¡Creo que no nací para tener dinero!

 

Este es un pequeño extracto de la queja de un paciente que llegó a mí después de escuchar mi conferencia sobre liderazgo. Su principal queja era la falta de suerte, e invadido por el desánimo decidió asistir a una sesión conmigo, para saber por qué tiene tan mala suerte, mientras que sus amigos pueden comprarse un coche y tienen una vida cómoda.

 

Recuerdo que su lenguaje corporal mostraba todas las señales de consternación: los hombros caídos, hablaba en voz baja y de forma pausada y siempre mirando al suelo.

 

Pero lo interesante es que repitió en numerosas ocasiones que su desgracia era tremenda y ninguna de las veces se mostró responsable por sus gastos financieros o por su control emocional.

 

Con frecuencia, la gente atribuye sus errores a la economía, la escuela donde estudiaron, a la educación de los padres, pero nunca hablan de la falta de planificación, de las decisiones equivocadas tomadas o del impulso que los pudo haber llevado a cometer un error, o a estar en la situación caótica en la cual se han sumergido.

 

Pensé en escribir este artículo, precisamente por el resultado que hemos logrado mi paciente y yo, y todavía estamos en la 3ª sesión. Hoy, él llegó con una lista de decisiones equivocadas que tomó, y cuando me di cuenta, estabamos sumergidos en una evaluación exhaustiva para poder entender en qué momento de su vida se perdió.

 

Fueron dos horas de sesión usando apenas la Hipnosis Conversacional y debo decir, que le debo estos brillantes resultados a mi amigo Miguel Cocco quien magistralmente me enseñó paso a paso cómo utilizar esta técnica.

 

Todavía tenemos un largo camino por delante, pues teníamos previstas 12 sesiones, una por semana, y así lo estamos haciendo. A veces el trance tiene que ser más profundo y la conversación tiene que ser con el inconsciente, con su parte sabia. Otras veces, es a través de las metáforas o haciendo uso de la PNL que iniciamos el proceso de desaprender las creencias obsoletas, pero siempre usando un poco la Hipnosis Conversacional y al final de la sesión, la sensación que tengo es la de misión cumplida, lo que me hace sentir bien, porque él sonríe y su respiración, tanto como su postura de tranquilidad, me permiten saber que vamos por buen camino.

 

Con toda seguridad, tendré la oportunidad de volver a hablar sobre este paciente. Quién sabe y sea él al final, quien dé su propio testimonio.

En este momento, lo que quiero que entiendas es que, colocarte en la posición de víctima no hará que tu vida se resuelva y continúe, por el contrario, sólo crea cadenas que te mantendrán prisionero a esa triste historia que cuentas todos los días.

 

Asumir la responsabilidad de tus actos, comprender lo que haz hecho hasta ahora para sentirte así y entender lo que te ha llevado a la posición en la que te encuentras actualmente, te permitirá iniciar un proceso de transformación, que te otorgará un pasaporte para viajar con total seguridad hacia un futuro prometedor.

 

Hasta el próximo artículo…

 

Todavía tengo que atender dos pacientes más hoy y espero que tu día también esté así, lleno de buenas sorpresas.

 

Autor:

 

Eric Pereira

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