Ella me contó su vida hace una semana. Sentada delante de mi, describió lo que le estaba pasando, sensaciones y experiencias con otros tratamientos...

 

La escuché atentamente, le hice algunas preguntas importantes, lo introduje a (él) en la conversación varias veces, (por más de una hora), para poder comprender la dimensión de lo que ella intentaba decirme, “a pesar” de que en mi evaluación lo que el paciente comunica es importante… lo que (él) no habla, lo es más y la forma cómo habla, sus expresiones, respiración y todo el conjunto de su lenguaje corporal, me ayudan a evaluar lo que podemos o no hacer.

 

Estuvimos en mi consultorio (Funchal), por casi dos horas y sólo fue en los último 8 minutos que ella entendió que había construido un pequeño mundo a su alrededor, en el que sólo ella se creía lo que decía y la forma como lo decía y fue en estos últimos 8 minutos, cuando espontáneamente, soltó una respiración fuerte y luego, tuvo una crisis de risa. Posteriormente, me preguntó si podía abrazarme y allí terminó la sesión.

 

Ayer, cuando me bajé del avión en Lisboa, me encontré con un mensaje de voz de ella en mi whatsapp, así que, en cuanto pude la llamé. En la conversación que tuvimos, me comunicó que en estos pocos días que habían transcurrido “ya” se sentía diferente. Y claro, ¿qué podía decir al respecto?.. ¡Noooo, fue apenas una evaluación y todavía tenemos muchas cosas por hacer!… Sin embargo, sabía que su sensación no podía ser otra, pues un buen profesional comienza la terapia con el primer apretón de manos que le da a su paciente, y con las primeras palabras de bienvenida. “Perdón” si parezco muy creído, pero estoy convencido de que soy un muy buen profesional y lo sé, por los excelentes resultados que he obtenido con mis pacientes.

 

El hecho es que, presté atención a lo que ella me comunicaba y la forma en cómo lo hacía, hice conexiones de patrones de conducta, acompañándolos con las preguntas correctas (Coaching), esto me ayudó a conducirla por una proceso de reflexión y aún siendo la fase de diagnóstico, utilicé técnicas rápidas de (PNL), que me permitieron entrar en la misma sintonía y hablar utilizando el mismo lenguaje. Al terminar la sesión, ella ya podía observar una brecha de luz y entendió que no era tan complejo lo que le estaba pasando, sin embargo tenía la agenda llena, no continué y fue mejor así.

 

¡SÏ! Todavía tenemos mucho por hacer, pero una cosa es cierta, la próxima vez que vaya a mi consulta…atenderé a una persona comprometida con sus resultados y no a una joven sumergida en su pequeño mundo, con sus verdades absolutas. Compartir esta experiencia contigo que me sigues, me lleva a una pregunta importante: ¿Todo este tiempo has vivido dentro de tu mundo, tu pequeño mundo, o has vivido una experiencia de vida más amplia, llena de posibilidades y oportunidades?

 

Algunas veces construimos un mundo solo nuestro y en ese mundo las personas no nos quieren, somos siempre víctimas de persecuciones o tenemos una lista de culpables que nos perjudican en todo momento. Si tuviéramos una única oportunidad de juzgarlos, los colocaríamos a todos, sin pensarlo dos veces, en el corredor de la muerte para que fueran ejecutados.

 

Creamos realidades que nunca fueron y nunca serán realidad, sin embargo, nuestra mente sabia y astuta, nos ayuda a crear un universo paralelo con situaciones que son apenas un reflejo de lo que pensamos y principalmente, de lo que pensamos una y otra vez y volvemos a pensar.

 

En una ocasión, un paciente me contó sobre el hecho de que un hermano le negó un préstamo y además, le dijo que ya era hora de que madurara. Esto generó en él un enorme sentimiento de rabia y provocó que estuvieran casi 5 años sin hablarse el uno al otro. En uno de mis seminarios, al cual él asistió, hablamos sobre el perdón y este relato vino a la luz de nuevo. Trabajamos profundamente (Hipnosis), a un nivel inconsciente y nos encontramos con que este hombre construyó una imagen muy negativa de un hermano que siempre fue dócil y gentil, por el simple hecho de que decidió no prestarle más dinero. Esta misma persona (que odiaba al hermano por no haberle prestado dinero), nos contó que en aquella época, vivía pidiéndole dinero prestado a todo el mundo y que le debía a muchas personas, incluyendo a su hermano, quien le había dicho que NO, con la intención de ayudarlo.

 

Si en aquella época, mi paciente hubiera comprendido la actitud del hermano, con toda seguridad hubiese entendido que (él) era el “enfermo”, pero como aún no estaba preparado para asumirlo, decidió transitar otro camino. El de construir “ataques”… y lo más grave, en mi opinión, es que fue trayendo a su mente peleas de la infancia, adolescencia y otras situaciones que llegaba a distorsionar, para poder probarse a sí mismo, que aquel hermano era una terrible persona.

 

¿Sabes qué es lo interesante de todo esto? Es que él ya había mejorado mucho, había logrado pagar casi todas sus deudas y aún así, mantenía su distanciamiento con el hermano y en aquel seminario tomó la decisión de buscar un acercamiento. Una semana después, recibí un largo email de agradecimiento y al final, agradecía también, porque la noche anterior  fue a cenar a la casa del hermano y descubrió que sería tío, lo que hizo que esa visita se transformara en un momento único y feliz.

 

Yo (Eric Pereira), también llegué a crear un pequeño mundo en el que apenas cabía yo y sufrí viviendo en este mundo egoísta, lleno de problemas y conflictos, e incluso llegué a creer que todo estaba bien, que apenas yo era quien tenía la razón y que el resto del mundo, estaba equivocado. Con el tiempo, me fui sumergiendo en mi trabajo, aprendiendo, desaprendiendo y evolucionando. Hoy, llevo en mi bagaje muchos momentos, muchas frases y existe una en particular que me gusta mucho: “Sólo sé que no sé nada”, porque es muy real. Aún teniendo decenas de formaciones internacionales y de haber estudiado con los mejores profesores del mundo, continúo aprendiendo y enseñando. Debo decir que con esta última práctica, aprendes aún más.

 

Ahora, cuentame una cosa! Y TÚ?, estuviste preso en un mundito de estos alguna vez en tu vida? Si la respuesta es Sí, escribe en el área de comentarios “sí” y si quieres compartirnos algo de tu historia, no dudes en hacerlo. Me sentiré muy agradecido por querer compartirnos tu experiencia.

 

Soy Eric Pereira, Coach, Hipnoterapeuta. Escritor del libro “100 Dicas Terapéuticas para Transformar” y Fundador do IPE – Instituto Ponto de Equilíbrio (Funchal y Lisboa)

Página Oficial: https://www.facebook.com/ericpereira.eu
 

Site: www.ericpereira.eu
 

Email: eric@estartegiasparaserfeliz.com

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País:Portugal