"Yo digo, ¿qué estás haciendo en este momento, Zorba? Estoy durmiendo. Pues bien, duerme bien. ¿Qué estás haciendo en este momento Zorba? Estoy trabajando. Bueno, trabaja bien. ¿Qué estás haciendo en este momento Zorba? estoy besando a una mujer...

 

… Bueno, bésala así Zorba y olvida todo lo demás mientras lo estás haciendo. No hay nada más en la tierra, "Sólo tú y ella". Nikos Kazantzakis, autor de Zorba el griego.

Esto es completamente cierto, no hay nada más en la tierra para cada uno de nosotros en cada momento que aquello que tenemos al frente, nuestra tarea a mano, sea una carta que estamos escribiendo, una rutina de ejercicios que estamos realizando, una conversación o un beso.

Ese es el secreto de la felicidad, las personas que son felices han aprendido a vivir en presente, absolutamente concentradas en lo que están haciendo en ese momento. Y es un aprendizaje, un entrenamiento que requiere conciencia, repetición y práctica, pero que todos podemos alcanzar si de verdad nos interesa.  

Hay muchas herramientas y muchos caminos para aprender a vivir en presente, las artes marciales, el yoga y la meditación, el tai-chi, Un curso de milagros, la programación neurolingüística y muchos más, todos son entrenamientos mentales, disciplinas que enseñan a la mente a enfocarse y a utilizar su energía y su poder de forma específica y determinada.

Durante muchos años me he dedicado a aprender y enseñar a las personas a ser felices. Nos han dicho que para ser felices debemos ser buenos y amar a los demás, estar saludables y lograr nuestros sueños; yo, sin embargo, estoy absolutamente convencida de que nos enseñaron al revés; y que es cuando somos felices de verdad que tenemos la disposición, la fortaleza y la energía suficientes para ser buenos y amar a los demás, para estar saludables y para perseguir nuestros sueños. Si enfocamos toda nuestra energía en aprender a ser felices, si nos dedicamos a vivir el momento presente concentrados en lo que estamos haciendo con toda nuestra mente, todo lo demás se hará cargo de sí mismo.

El pasado es una bodega de experiencias que podemos utilizar para aprender y mejorar, dediquémosle solo el tiempo suficiente para tomar ese aprendizaje, para rescatar aquello que pueda beneficiarnos, lo demás debemos soltarlo. El futuro no existe aún, es un mar de posibilidades, está muy bien planear y proyectar, pero desperdiciar nuestra energía tratando de hacer en el presente lo que solo puede hacerse en el futuro no vale la pena.  Esos dos, el pasado y el futuro son dos ladrones que pueden robarnos "la felicidad, el gozo y el disfrute del momento presente" si no estamos atentos.

Reflexionemos sobre esto: Solo en el presente podemos respirar, solo en el presente podemos ser felices, y aprender a estar presentes es un trabajo de conciencia y de atención, es un entrenamiento mental. 

  • Los invito a vivir en el presente, ¿suena difícil? En un principio parece difícil pero es solo porque nos hace falta la práctica. Vamos a pensar en los entrenamientos del gimnasio, en aeróbicos o pesas, comencemos de a pocos, propongámonos estar 100%  presentes en una tarea en particular. Un paso a la vez. Todo lo que hagamos por aprender a estar presentes reforzará nuestros hábitos de concentración e incrementará en gran medida nuestra felicidad. 

    También podría interesarte: Nuestros miedos más profundos - El mejor regalo

  • Argentina