Mis queridas lectoras, hoy quiero platicar con ustedes sobre el GRAN PODER CREADOR que todas las personas tenemos para construir nuestras vidas y que, desafortunadamente muy pocas usamos para realmente lograr vivir plenamente la vida que soñamos…..

 

Empezaré por preguntarles, ¿cuántas de ustedes han SOÑADO e imaginado con claridad la vida que les gustaría tener?

 

Para poder contestar esta pregunta creo que es fundamental preguntarles primero ¿qué tanto se CONOCEN A SI MISMAS para saber quiénes son, qué les gusta, si piensan que su vida es producto de las circunstancias o si piensan que ustedes pueden influir en esas circunstancias?

 

¿Cuántas de ustedes sienten realmente que tienen el PODER para CREAR la vida que desean?

 

Honestamente creo que muy pocas. 

Creo que muchas personas viven su vida “aceptando aquello que les toca vivir” y que el destino les va deparando y simplemente viven pasivamente sorteando todo lo que la vida les pone enfrente.

 

Muchas personas no sólo aceptan la vida que les tocó vivir, sino aceptan la “buena o mala suerte” de sus destinos marcados por sus circunstancias. Así si alguien nació rico o pobre, guapo o feo, en “buena o mala familia”, esto seguramente determinará la vida que les tocará vivir…..

 

Adicionalmente, hay sistemas de creencias con los cuales crecemos que recibimos de nuestras propias familias y de la sociedad y religión en la  que crecemos que van limitando y opacando  nuestra propia CAPACIDAD CREADORA.

 

Para darte algunos ejemplos concretos, si tu naciste en una familia o sociedad en donde predomina el “machismo”, seguramente tu creciste dentro de creencias limitantes en cuanto a tu potencial femenino. A lo mejor todas las decisiones de vida eran tomadas por los hombres de la familia y el “rol femenino” con el que creciste siempre estaba subordinado.  

 

A lo mejor, la religión en la que fuiste educada te inculcó que “tienes que aceptar los designios de Dios”  y ello a lo mejor, haya influido en la forma como asumes la vida.

 

En fin, nacemos y somos definitivamente “moldeados” por nuestras familias, entornos y sociedades.

 

Es aquí en donde adquiere  una enorme relevancia el VOLVERNOS DUEÑAS DE NOSOTRAS MISMAS y filtrar todo aquello que recibimos para “hacer nuestras” las ideas, valores y sistemas de creencias que realmente nos convenzan.

 

Este despertar hacia una vida de AUTOCONOCIMIENTO nos permite EMPODERARNOS y empezar a definir y con ello a CREAR la vida que  queremos tener.

 

Tenemos el enorme privilegio de CREAR la vida de nuestros SUEÑOS. 

Tenemos que aprender a SOÑAR y a DEFINIR CLARAMENTE que vida queremos vivir para  CREARNOS las oportunidades para lograrla y vivir en plenitud. 

 

Pero te preguntarás, ¿cómo CREO la VIDA DE MIS SUEÑOS?

 

Pues lo primero que te diría es que no existen las “fórmulas mágicas”, pero si ni siquiera puedes imaginar o visualizar la vida que quieres, difícilmente estarás ejerciendo tu PODER CREADOR.

 

Lo más importante aquí es entender que TU ERES DUEÑA de tu vida y TU PUEDES DECIDIR muchas cosas para lograr vivir en congruencia con la forma de vida que decides para ti. 

 

Tu tienes un enorme poder para MANIFESTAR y HACER REALIDAD el tipo de VIDA que quieres para ti.

 

El primer paso es VISUALIZARLA.

El siguiente paso es HACER UN PLAN para CONSEGUIR EL TIPO DE VIDA que quieres para ti.

El tercer paso es HACER QUE LAS COSAS SUCEDAN. Es decir, PONERNOS EN ACCIÓN y ALINEAR NUESTROS PENSAMIENTOS CON NUESTRAS ACCIONES para que logremos MANIFESTAR aquello que imaginamos.

 

Tu PODER DE DECISIÓN es enorme y quizás no lo sabes. 

Por ejemplo tu decides ser o no feliz, decides qué ver, qué escuchar, a quienes te conectas en tu vida. Tu eliges tus pensamientos y tus emociones.

 

Una vez que empiezas a EJERCER CONSCIENTEMENTE tu PODER DE DECISIÓN, das rienda suelta a tu PODER DE CREAR. 

 

Así de simple. Tu CREAS la VIDA que quieres para ti. 

 

Las invito queridas amigas a que se adueñen de sí mismas, a que ejerzan conscientemente su PODER DE DECISIÓN y de esta manera se conviertan en CREADORAS DE SUS PROPIAS VIDAS.

 

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