Muchas veces pareciera que la vida nos pone a prueba. Es como una especie de mala racha en la que todo lo que hacemos nos sale mal, o por lo menos es lo que pensamos. Intentamos no dejarnos llevar por ello, pero como dicen por allí: “No es lo tanto, sino lo seguido”. Terminas por sentirte exhausto, frustrado y con ganas de desistir.
¿Qué hacer cuando esto nos sucede?
Cuando la vida nos sumerge en una seguidilla de momentos negativos que no estaban incluidos en nuestros planes, podemos poner en práctica una serie de tácticas que nos permitirán salir de ellos de forma triunfante.
1.- Busca lo que ha originado el problema. Intenta detectar el acontecimiento o acontecimientos que te han puesto en esa situación. Evalúa el problema en su justa medida. Sé honesto contigo mismo y aplica la autocrítica “constructiva”. Ten en cuenta que las cosas no suceden por casualidad, si existe un problema es porque algo lo generó. Tu labor será identificar cuál fue el detonante.
Cuando pensamos que todo va mal, es porque por lo general estamos poniendo nuestro enfoque en nuestros fracasos, por lo que quizás haya llegado la hora de revisar tus expectativas. Haz los ajustes necesarios y cambia lo que tenga que ser cambiado.
2.- Encuentra la solución. Después de haber detectado el origen del problema que te ha sacado de tu estado de equilibrio, podrás entonces dedicarte a buscar la solución. Podrás crear una serie de metas viables, que te ayudarán a alcanzar tus nuevas expectativas.
3.- ¿Qué hacer si la solución no existe? Por allí hay proverbio Chino que dice así: “Si tus problemas tienen solución no te preocupes (soluciona) y si no la tienen para qué te vas a preocupar (olvídalo)”.
En este punto, deberás aprender a lidiar con tus frustraciones y hacer lo posible por alcanzar el estado de la “aceptación”, será la única forma en la que podrás deshacerte de ese lastre emocional.
4.- Revisa tus pensamientos y actitud. Los problemas forman parte de la vida. Todos en alguna ocasión hemos tenido que enfrentrarnos a situaciones difíciles. Tal vez puedas llegar a pensar que el Universo la tiene agarrada contigo y está conspirando contra ti.
Pues hasta que puede ser así… Por allí dicen que “La vida es tan buena maestra que si no aprendes la lección, te la repite”. Asume tu responsabilidad sobre las cosas que te están pasando.
Debemos esforzarnos por entender nuestras propias imperfecciones, nuestros errores y negligencias, será la única forma de poder transformar nuestra actitud y situación, permitiéndonos dar lo mejor en todo lo que hagamos.
Puede ser el momento ideal para analizar los que tienes y valorarlo. Somos seres imperfectos y dentro de nuestra imperfección podremos lograr obtener perfección, siempre y cuando logremos entendernos y entender lo que sucede a nuestro alrededor.
5.- De lo malo siempre podrás retirar algo bueno, así que aprende la lección. No caigas en la queja constante, por las cosas terribles que te pasan, no te hará sentir mejor, por el contrario, sentirás aún más frustración.
Sonríe aunque no tengas ganas de hacerlo, no te dejes vencer por el desánimo y la tristeza ¿de qué otra forma podrás salir victorioso de este revés?
Asume que los fracasos forman parte de la vida y que existen para que puedas evolucionar como ser humano. Enfócate en las cosas que puedes mejorar y lo demás déjalo fluir, Cuando te des cuenta, las cosas probablemente, habrán tomado de nuevo su cauce.
6.- Si necesitas llorar, hazlo. Llorar no es malo y cuando estamos atravesando situaciones difíciles es normal que sintamos ganas de hacerlo. Así que si quieres llorar, hazlo, te ayudará a hacer fluir tus emociones, para luego sentirte más ligero y con ganas de seguir adelante. Las tristezas se irán y darán paso a emociones más positivas.
7.- Desapégate. El desapego te hará sentir más libre y por lo tanto sufrirás menos. Cuando ponemos nuestro eje vital en cosas externas como: el deporte, la familia, la pareja, el dinero, estatus social, debemos hacerlo con la conciencia de que éstos en algún momento de nuestras vidas pueden cambiar, por lo tanto, no te aferres a ellos. En tal sentido, si las cosas cambian, no quedarás anclado en el dolor, sino por el contrario, podrás adaptarte con mayor facilidad a esos nuevos cambios.
8.- Si sientes que no puedes salir sólo de la crisis… Busca ayuda. De nada sirve que te muestres autosuficiente cuando en realidad no lo eres. No es malo buscar ayuda si sientes que la situación que estás viviendo te supera.
Tus familiares o amigos, podrán echarte la mano y podrán ayudarte a resolver tus problemas con mayor eficiencia, pues seguramente los verán con perspectivas muy distintas a la tuya y serán capaces de ofrecerte buenas y efectivas soluciones.
En última instancia, podrás recurrir a la ayuda profesional, si nada de lo anterior te funciona.
Recuerda:
a) La Vida no es perfecta y mucho menos tú. Pareciera que la vida fuera perfecta para algunos, pero si decidimos entrar en sus mundos, nos daremos cuenta de que estas personas también viven sus karmas.
b) Todos pasamos por momentos malos, sólo que algunos se quedan hundidos en ellos, mientras que otros deciden luchar para lograr salir renovados y fortalecidos.
c) La frustración es parte de la vida. Podrás evitarla plantéandote expectativas reales que puedas alcanzar. El método correcto será fijar pequeñas metas para poder ir lográndolas poco a poco.
d) Si quieres algo bueno en tu vida, deberás luchar por él. El éxito no te caerá del cielo.
e) No te enfoques en el problema, que tu foco sea encontrar la solución.
f) Lo que hagan los demás no debe ser tu preocupación, si todo va mal pon tu foco en dónde estás y a dónde quieres llegar.
Fuente:
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