¿Te gustan las carnes blancas?¿Sabes por qué ellas deben formar parte de una dieta equilibrada?¡Si aún no conoces las propiedades nutricionales de estos alimentos, descúbrelas en este artículo!

 

Las carnes blancas merecen un lugar preponderante en nuestra dieta diaria, debido a que son ricas en nutrientes indispensables para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Ellas contienen menos grasa que las carnes rojas, lo que de por sí, ya las hace más saludables. El pavo, el pollo, el conejo y la codorniz son las carnes blancas más consumidas y es sobre ellas que hablaremos a continuación.

 

Carne de Pavo, más suave y sabrosa. El pavo es una carne muy versátil a nivel culinario, fácil de cocinar y con un sabor delicioso, además tiene una cualidad mucho más importante y es que es una carne muy saludable, con una carga calórica bastante baja.

 

El consumo de la carne de esta ave, nos ofrece todos los aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo necesita. Además, nos ofrece una serie de vitaminas y minerales indispensables para el buen funcionamiento de nuestro organismo, como los son: niacina, zinc, magnesio, fósforo, vitaminas B6 y B12 y selenio. Es una carne baja en grasas y se constituye en una buena fuente de proteínas de alto valor biológico. También posee pequeñas cantidades de ácido fólico.

 

Pero para poder disfrutar en pleno de los beneficios del consumo de este tipo de carne, no  deberás consumir su piel, ya que allí es en donde se encuentran las cantidades más altas de grasas saturadas. Este tipo de grasa consumida en exceso puede eventualmente aumentar el colesterol en la sangre.

 

 

Información Nutricional del Pavo (sin piel):

Por cada 100 gramos de pavo, obtendremos 23.4 gramos de proteínas, 1.3 gramos de grasas, 0.3 gramos de ácidos grasos saturados. Además tendremos un buen aporte de: potasio, niacina, Vitaminas B6 y B12 y fósforo.

 

Carne de Pollo, versátil y de digestión fácil. La carne de pollo es una de las más versátiles en términos gastronómicos, posee un excelente sabor y es perfecta en materia de beneficios. Su carne es de digestión fácil, si la comparamos con las carnes rojas. Se constituye en una de las opciones de proteínas de alta calidad, preferidas al momento de hacer dieta o cuando existen grandes exigencias en términos de alimentación, como es el caso de los deportistas. Además de esto, es una carne que contiene grasas saludables (insaturadas) como el ácido linoleico, que ayuda a proteger el corazón. Por lo que, no tendremos el riesgo de que debido a su consumo prolongado en el tiempo, podamos llegar a sufrir de enfermedades cardiovasculares.

 

Es una carne recomendada para personas que sufren de hipertensión, debido a que su contenido en sodio es bastante bajo y además contiene una amplia variedad de vitaminas y minerales.

 

Información Nutricional del Pollo (sin piel):

Por cada 100 gramos de pollo, obtendremos: 22.9 gramos de proteínas, 2 gramos de grasas, 0.5 gramos de ácidos grasos saturados.

 

El consumo de su carne nos proveerá de nutrientes como: riboflavina, Vitamina B6, potasio, fósforo, niacina y Vitamina B12.

 

Carne de Conejo, suculenta y altamente dietética. La carne de conejo es tradicional en la gastronomía mediterránea y es muy utilizada en la preparación de las más variadas recetas, por ser su carne muy suave, suculenta y sabrosa.

 

Clasificada como carne blanca, la carne de conejo es de fácil digestión y altamente dietética, debido a su composición nutricional. De hecho, el consumo de la carne de conejo, está indicado para personas de todas las edades o en personas que deban seguir dietas bajas en grasas, gracias a que cuenta con un bajo porcentaje de ellas en su composición. También es una carne que destaca por su riqueza en proteínas de alta calidad, así como de minerales y vitaminas.

 

Es una carne ideal para personas con problemas estomacales, debido a que es muy fácil de digerir, también es recomendada en dietas bajas en colesterol y en dietas para bajar de peso.

 

Por su bajo contenido en sodio, el consumo de este tipo de carne está indicada para personas que sufren de hipertensión.

 

Información Nutricional del Conejo:

Por cada 100 gramos de consumo de carne de conejo, obtendremos: 20.3 gramos de proteínas, 4 gramos de grasas y 1 .3 gramos de ácidos grasos saturados.

 

Además, esta carne es una rica fuente de niacina, Vitamina K, Vitamina B6, potasio, zinc, fósforo y Vitamina B12.

 

Carne de Codorniz, dulce y delicada. La carne de codorniz es una carne de caza blanca, dulce y delicada, con un porcentaje de grasas, extremadamente bajo en la piel y un porcentaje mínimo de colesterol. Es una carne rica en micronutrientes, incluyendo diferentes vitaminas, como las del complejo B, y minerales como: selenio, hierro y zinc.

 

Desde el punto de vista nutricional, destaca por su riqueza en proteínas de buena calidad, ideal para aquellas personas que se encuentran en una rutina de ejercicios para desarrollar sus músculos.

 

Por su riqueza en vitamina B6, es un alimento aconsejado en personas con depresión, asma y diabetes.

 

A nivel gastronómico, esta pequeña ave es el ingrediente ideal para obtener deliciosas preparaciones, sea asada o en el horno, frita, a la parrilla o guisada.

 

Información Nutricional de la Codorniz:

 

Por cada 100 gramos de codorniz, obtendremos: 22 gramos de proteínas, 3,4 gramos de grasas, 1 gramos de ácidos grasos saturados.

 

Además, esta carne se constituye en una rica fuente de: tiamina, riboflavina, Vitamina B12, hierro, zinc, niacina, Vitamina B6, fósforo, cobre y selenio.

 

 

Consejos:

 

  • Para seleccionar este tipo de carnes, debemos fijarnos de que su piel sea húmeda y no existan marcas de ningún tipo. Su color puede ser amarillento o blanco y no puede presentar viscosidades. Los ojos no deben verse opacos.

     

  • Para su refrigeración, debes tener en cuenta que la carne de ave es muy delicada, por lo que debe mantenerse a una temperatura constante de 2 °C, de modo a garantizar un estado de conservación óptimo.

     

  • Al comprarla es recomendable, transportarla en una bolsa isotérmica, para evitar las oscilaciones de la temperatura.

     

  • En casa, almacena el pollo en frigorífico o en el congelador. Si decides conservarlo en el congelador, hazlo preferiblemente en su empaque original, ya que así, tendrás cierta noción sobre la fecha máxima de consumo. El pollo, antes de ser congelado, deberá estar limpio, cortado y embalado. A la hora de consumirlo, deberá ser retirado del congelador un día antes y colocado en el último estante de la nevera. De esta forma se minimizará la proliferación de bacterias. El pollo, no deberá permanecer más de ocho meses en el congelador.

     

  • Si te preguntas cuánta carne puedes consumir a la semana, debes saber que lo más recomendable es no sobrepasar las dos raciones de carne blanca a la semana.

 

 

Fuente:

 

Natursan 

Wikipedia