Reflexiones de directores Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero.

 

Teatro. Directores: Federico Herrero-Nicolás Francisco Herrero: nuestra tarea es penetrar cada vez más profundamente en el mundo interior del actor, hasta el punto en que éste deja de ser actor para convertirse en el hombre esencial.

En actuación, la tarea del director de actores es descubrir la profundidad y la armonía. En teatro, cine o televisión, nos cuenta Nicolás Francisco Herrero es tarea del director desnudar el texto, lograr en las actuaciones una verdad singular, artística, de la pobreza de su personaje un arma arrojadiza, dejar ver la crueldad en blanco y negro y enfrentar los hábitos adquiridos durante toda la vida. Desarrolla y hace dueño al actor de un estado de siendo, desde el cual la verdad puede emanar. Solo en ese estado de siendo, la técnica puede funcionar.

Federico Herrero y la siguiente reflexión: -como director y profesor de actuación he sentido constantemente una cierta frustración al ver los resultados finales obtenidos con los actores que dirigía o al ver a mis alumnos trabajar, tanto en teatro, cine o televisión, me he hecho cientos de preguntas sobre el porqué –luego de tantos trabajos – el logro obtenido está tan lejos de la verdad buscada y deseada-.

¿Qué es lo que ocurre? ¿Está en mí la incapacidad para enseñar apropiadamente?.
¿Los actores no aplican la técnica y caen en sus hábitos con tanta facilidad? ¿Qué hace que luego de muchos años de trabajo un actor termine actuando tan burdamente como aquel que se ríe del estudio o la preparación, o aquel que por alguna razón jamás paso por una escuela?..
¿Es que la técnica no resulta?…

Me resistí a creerlo; me resistí a dar la razón a los que están equivocados.
Entonces me pregunto ¿Es que hay algún obstáculo que se interpone entre la persona y la utilización de las técnicas que funcionan?
Después de una intensa experimentación y la constante cooperación de mis alumnos, creo ver el camino.
La respuesta estaba, naturalmente, en la misma persona que actúa.
Una de las razones, y creo la más importante, es la separación entre la técnica y la realidad que vive el actor.
Nicolás Francisco Herrero y una clave para escuelas de teatro y actuación profesional: si un sistema ha sido concebido para ser personal, es imposible que funcione en actores que no son personales y sobre todo, que ni siquiera sepan qué sienten.

Es imposible enseñar a actuar a una persona si ella no está en contacto con su ser interior.
Su problema de actuación no puede resolverse sin modificar algo en la vida del actor.
Si uno mira atenta y profundamente descubre que el hombre se mueve en la estrecha franja exterior de un mundo psíquico cuyo eje está muy lejos de serle accesible.
Saber sobre él mismo y el mundo que habita.
Saber al qué se apega por la fuerza de costumbre, de los hábitos y por la idea imaginaria que tiene acerca de sí mismo.

Descubrir, conocer y enfrentar los hábitos adquiridos durante toda la vida desarrolla y hace dueño al actor de un estado de siendo, desde el cual la verdad puede emanar.
Solo en ese estado de siendo, la técnica puede funcionar.

Para ello se requieren todos y cada uno de los elementos dinámicos del drama, de manera tal que se pueda exprimir cada célula del cuerpo para que revele sus secretos-.

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