ELIGE EL LUGAR INDICADO
Lo primero que tienes que hacer antes de comenzar con tu propia huerta en casa, es estudiar los espacios que tienes disponibles y que quieres destinar para la siembra. Ya que, si no son los adecuados, no importa lo que hagas, lo más probable es que no crezcan las frutas, verduras o hierbas que plantaste.
Uno de los principales requisitos para saber si el terreno donde quieres plantar es el adecuado, es la cantidad de luz solar que llega a ese espacio. Lo ideal es tener un lugar lo suficientemente abierto como para que el sol lo ilumine de la manera más uniforme durante todo el día.
PLANIFICA ANTES DE EMPEZAR
Y si crees que cuentas con el lugar ideal, ¡planifica para tener el mayor de los éxitos! Si bien puedes plantar sin pensar en un orden, puede que cuando empiecen a crecer las plantas, te des cuenta que no tienen el espacio suficiente o que debiste haber sembrado algunos tipos en otros lugares.
Así que haz un pequeño plano antes de empezar a plantar para asignar qué irá dónde (dependiendo del tamaño y el tipo de variedad que quieras plantar), cuáles serán las dimensiones y la forma de la huerta, y en el caso de que tengas mascotas, cerca el pedazo de tierra donde quieras sembrar para evitar que tus animales dañen las plantas.
No olvides que debes dejar un espacio por donde puedas transitar para poder regar, arar y plantar la tierra cómodamente.
PREPARA LA TIERRA
Como lo más probable es que la tierra que tengas en tu jardín no sea lo suficientemente nutritiva para la cosecha, te recomendamos que te tomes un tiempo para preparar el suelo antes de empezar a sembrar.
Para esto, debes ablandar y oxigenar la tierra. ¿Cómo? Primero, con un rastrillo y una pala, delimita y limpia el terreno para sacar el pasto, la maleza y las piedras que hayan.
Luego, una vez ya hayas establecido las hileras de plantación, pica el suelo en unos unos 15cm de profundidad para ir moviendo la tierra y sacando la más suave, oxigenada y nutritiva para dejarla suelta. Y una vez terminado este proceso, coloca el compost.
AGREGA EL COMPOST
Cuando ya el terreno esté mejores condiciones, y antes de plantar, debes enriquecer el suelo con abono. Lo mejor es recurrir al abono orgánico que, además, podemos hacer nosotros mismos en casa con los restos de comida.
Puedes tomar estos desperdicios orgánicos, colocarlos en un recipiente, taparlos e ir humedeciéndolos para que se fermenten. Después sólo tienes que agregarlos de manera uniforme sobre la tierra (una capa entre 2 y 10cm de compost será suficiente) y esta irá absorbiendo estos nutrientes y haciendo mejorando la calidad de lo que siembres.
EL MOMENTO DE PLANTAR LAS SEMILLAS
Para poder saber cuál es momento indicado para empezar con la siembra, puedes conseguir un calendario de cosecha local o averiguar en qué momento del año, dependiendo de la estación, es mejor cosechar ciertas plantas.
Si quieres hacer una siembra directa y colocar las semillas en la tierra, puede que crezca más de una planta en un mismo espacio (ya que no puedes calcular cuál será la delimitación exacta), así que debes estar pendiente y prestar atención cuál es la que está creciendo más e ir arrancando las plantas más pequeñas de su alrededor. Lo malo es que, al no poder controlar las distancias, si crecen muy cerca las plantas, pueden quitarse agua y nutrientes entre ellas.
Si, en cambio, eliges la plantación conocida como “por almácigos”, debes colocar las semillas en pequeños recipientes (como por ejemplo las cajas de huevos que son biodegradables) con tierra y arena, y cuando crezca lo suficiente (unos 40 días aproximadamente) se trasplanta. Entre los beneficios de aplicar este tipo de sembrado, es que puedes cuidar de mejor manera a la planta en su momento más vulnerable, controlando más fácilmente factores como el riego y el clima mientras germina.
DISPOSICIÓN DE LAS PLANTAS
Al momento de sembrar debes hacerlo de manera organizada dependiendo del tipo de plantas que quieras.
Por ejemplo, si vas a hacer una huerta circular, lo ideal es que sigas un orden que vaya desde afuera hacia adentro y coloques las plantas más pequeñas en los bordes exteriores y las más altas hacia adentro. O si quieres plantas altas que necesitan apoyo, debes considerar colocarlas cerca de una pared donde puedan treparse o recostarse.
Si quieres sembrar plantas pequeñas como hierbas, lo que te recomendamos es mantenerlas en maceteros y dejar el espacio de la huerta para legumbres o vegetales como tomates, lechugas, cebollas y demás.
Para asegurarte que estarás abastecido de una variedad de plantas y que no gastarás la tierra con un solo tipo de siembra, piensa en ir rotando lo que cultives.
EL CUIDADO Y EL RIEGO
Finalmente, ten especial cuidado con el riego de las plantas, puesto que, si no tiene suficiente agua, no crecerán de manera correcta. Lo más recomendable es regarlas en la tarde o en la noche, ya que así aprovechan de mejor manera la humedad. Ten cuidado si las quieres regar en la mañana, si vas a hacerlo, procura que no haya demasiado sol o hacerlo muy temprano, ya que el cambio brusco de temperatura entre la luz solar y el agua, puede quemarlas.
-
¿Te gustó este artículo? ¡Compártelo con tus amigos y déjanos tus comentarios!
Páginas consultadas:
- Ecuador
Deja tu comentario
Debe iniciar sesión para escribir un comentario.