Cuando pensamos en adquirir una mascota, lo primero que se nos viene a la mente es ir a una tienda de mascotas, pero ¿Por qué no adoptarlas?

 

Naturalmente la tentación de comprar es muy grande, y a quien no le gustaría salir al parque con un perro de raza pura, un animal cuya raza  se identifique con nuestra personalidad, con nuestros gustos y con nuestras exigencias, sin embargo un animal de una tienda de mascotas, ya sea un gato o un perro tienen muchas oportunidades pero, ¿alguien se ha puesto a pensar en los perros y gatitos callejeros?

Todo el mundo ve diariamente a animales sin dueño en las calles buscando un poco de alimento tras las sobras que dejamos nosotros en los basureros, todo el mundo ha visto a un perro con los ojos tristes suplicantes por una sola caricia que les llene un poco el vacío de cariño que tienen, cada día se ven perros atropellados en las calles, hay tantos perros que diariamente son maltratados por el simple hecho de no tener dueño, son tantas vidas en juego que nos piden auxilio cada día, y no nos arriesgarnos a tener un amigo que nos va a amar incondicionalmente.

Salvarle la vida al que podría ser nuestro mejor amigo es tan sencillo como tomar la decisión de mejorar y ayudar a mejorar al mundo en general con nuestro valioso ejemplo. Actualmente en todas las ciudades del mundo hay centros de acogida para perros callejeros en los cuales podemos adoptarlos de una manera más segura que directamente de las calles y si colaboramos con esta gran iniciativa serán más las personas que decidan adoptar y el mundo se irá dando cuenta de que para ser felices no se necesita necesariamente un perro o un gato de raza.

El adoptar un perro también es una muestra de amor hacia los animales, y antes de adquirirlos hay que hacer conciencia de que si los adoptamos es para darles nuestro amor, nuestra protección y para ayudarles a olvidar ese terrible pasado que tuvieron que vivir porque no tuvieron buena suerte.  

Cambiar el mundo es tan fácil como olvidarse de todos esos complejos que tenemos sobre las mascotas que no son de raza pura, es darse cuenta que Dios creó a los animales para que nos ayuden a que nuestra vida sea más cálida con su presencia, es promover iniciativas que sabes que te harán feliz a ti y a miles de personas con un simple gesto de humanidad y en este caso salimos ganando demasiado, porque salvamos vidas y nos llevamos con nosotros a un amigo que sabes que siempre va a estar ahí cuando lo necesites, demostrándote su amor y su eterna gratitud por haberle mejorado la vida.